Called from/Referenciado desde: La iglesia de San Vicente Mártir |
La portada de San Vicente Mártir, a pesar de su profunda asimetría, no deja de tener su encanto. Sin embargo, en tiempos había un determinado público para el cual ejercía una atracción irresistible: los delincuentes. ¿Motivo? Pasaremos a intentar explicarlo.
La portada de la iglesia de San Vicente se encuentra en el cruce entre dos calles:
Numerosos presos por la justicia al ser conducidos a la Cárcel Real en la plazuela de la cárcel (al fondo de la fotografía) veían la portada de San Vicente y como último recurso, se intentaban subir a las gradas de la portada, invocando en dicho momento el amparo eclesiástico, por encontrarse en un "espacio sagrado". Los alguaciles intentaban sujetar al recluso, pero la estrechez de la calle solía servir para su propósito. ¿Suena tonto, a que sí? Pues de los dos casos que tenemos recogidos, en ambos casos el detenido logra salirse con la suya y las autoridades civiles quedan bastante vilipendiadas frente al poder eclesiástico. Pasemos a verlos:
Notemos que en ambos procesos la iglesia se encuentra cerrada, pues entonces estaba reducida a simple ermita y su culto era ocasional. En el primero de los casos el detenido miente, afirmando que se trata de "iglesia y parroquia", pero como las autoridades eclesiásticas están determinadas a concederle su amparo, hacen la vista gorda.