Las aspiraciones

Bartolomé Esteban Murillo, La Sagrada Familia, 1650, Museo del Prado, Madrid

Además de poder valerse económicamente por sí mismos, muy posiblemente los huérfanos del Hospicio estarían deseando tener la familia que a ellos se les negó. Sin embargo, pocos lograban casarse, o por lo menos en Sigüenza. Para sustentar la anterior afirmación, emplearemos las anotaciones de casamientos celebrados en Sigüenza en los que uno de los contrayentes es expósito. En algunos casos, se precisa que se trata de expósitos del Hospital de San Mateo de Sigüenza. Consignaré estos últimos entre las anotaciones correspondientes entre los años 1643 a 1690:

En Sigüenza a beinte de henero [año 1666] aviendo prezedido lo que dispone el tridentino y no aviendo resultado algun impedimento case y bele en Nª Sª de la Estrella a Manuel de Vega, hixo de Pedro Vega y de Josepha Rodríguez, vecinos de Valladolid y a María Manuela, expósita de San Matheo de esta ciudad, siendo testigos Martín de las Cámaras y Francisca Cabronero y otros muchos y lo firmé.

En Sigüenza a beinte de febrero del año de mil seiscientos sesenta y siete aviendo antecedido lo decretado por el Santo Concilio y no aviendo resultado ympedimento alguno que a mi noticia llegase case y vele en la Yglesia Maior a Juan Sanz, hijo de Jacinto Sanz y Gerónima del Corral, vecinos de dicha ciudad con María de las Candelas, expósita de esta ciudad, fueron testigos el licenciado Juan lópez y Cristóbal Costero y mucha parte del pueblo.

En Sigüenza a diez días del mes de febrero de mi seiscientos y sesenta y nuebe años con licencia del señor Capellán maior yo el racionero Francisco Morales, abiendo precedido lo dispuesto por derecho y no habiendo resultado ningún impedimento case y bele en la iglesia de nuestra señora de la estrella de esta ciudad a Juan de Molina, exposito de San Matheo con María Díaz, viuda de Pedro, vecina de Rugilla, siendo testigos Cristóbal Costero y Francisco Ambrona

En beinte y quatro de nobiembre de mil y seiscientos y ochenta y seis años yo el licenciado Juan de Origuela, theniente desta parrochia, abiendo prezedido lo dispuesto por derecho segun lo manda el santo conzilio de trento y no abiendo resultado ympedimento canonico que a mi noticia aya llegado case y bele yn fazie eclesie de esta cathedral desta parrochial de Señor San Pedro de esta ciudad = A Domingo Gil, natural del lugar de Cobarrubias, hijo de Joseph Gil y de Ana Sanz, difunta, sus padres, vezinos que fueron del dicho lugar de Cobarrubias de esta obispado = Y a María Alfhonsa, esposita, hija de el hospital de Señor San Matheo, que la crio la muger de Unleferino [sic], alguacil que fue de esta ziudad y los case y bele buelbo a decir en la hermita de Señor San Juan Bauptista de dicha ziudad y por la berdad fueron testigos Juan de Arredondo y Zaldibar y Francisco de Ribas y el lizenciado Juan de Berlanga

En trece de Jullio de mil y seiscientos y ochenta y siete años yo el Lizenciado Juan de Origuela theniente de San Pedro abiendo precedido lo dispuesto por derecho y no abiendo resultado ympedimento canonico que a mi noticia aya llegado case y bele yn facie eclessie de esta Cathedral de esta ziudad de Siguença a Juan Laynez, mozo, hijo de Juan Laynez mayor y de María de Ramos sus padres, vecinos de esta ciudad, y a Francisca Christina Theresa de Jesus, exposita de San Matheo de dicha ciudad = Siendo testigos Juan Sanz de Jacinto y Diego Pérez de Escobar que fue su padrino y el Lizenciado Juan de Aguas, Bicario de Moratilla y otros muchos que presentes fueron y por ser la verdad en dicho día, mes y año.

En dicho periodo tenemos otras cinco bodas en las que un contrayente es expósito, pero no se indica expresamente que proceda de Sigüenza, por lo que no les contabilizamos, aunque puedes consultarlas aquí. Observemos que únicamente tenemos 5 bodas para el intervalo de 47 años que media desde 1643 hasta 1690. Si según nuestros cálculos saldrían del Hospicio entre 4 y 5 internos anualmente, con un total de salidas entre 188 y 235, el número de 5 casados en Sigüenza es exiguo, indicando claramente un deseo de los expósitos a establecerse en un lugar distinto que donde se criaron, para romper ataduras con el pasado y emprender una vida nueva. Que lo lograsen ya es harina de otro costal.

Para las huérfanas se erigía un obstáculo más: la ausencia de dote. Aunque con el tiempo fue perdiendo importancia, era su contribución económica al matrimonio y su ausencia comprometía gravemente sus aspiraciones al mismo. Tan era así, que surgieron fundaciones piadosas con el fin de proporcionales una dote:

Obra Pía que fundó Don Juan Gaitán de Lara, thesorero que fue en la Santa Yglesia de Cartagena y canónigo en la de esta expresada ciudad, el qual por testamento que otorgó en 13 de octubre del año pasado de 1608 años [...] dotación de dos doncellas en cada un año, pobres huérfanas, naturales de esta ciudad [...] a las quales se dieren 240 mrs de renta en cada un año

Otra fundación benéfica similar era la fundada por Andrés Gutiérrez y María de Sobaños, cuyo propósito era:. casar donzellas pobres parientas de uno y otro fundador, habiéndose de dar y adjudicar a cada una Quarenta Ducados, contando que además del parentesco tubiese diez y ocho años cumplidos y no se le entregaren hasta que con efecto hubiese tomado estado [...] y faltando unas y otras a donzellas pobres y honrradas de esta ciudad. En otros casos suenan a excesivos los requisitos exigidos; en la Obra Pía fundada por Don Francisco Carabias se dirige a donzella pobre, hija de vecino labrador de esta ciudad y natural de ella, a la qual se diese de dote diez y siete ducados. Aquí no se ofrecía nada para una huérfana, mientras se reconocía directamente la pobreza en que muchas familias de labradores vivían, ajenas al enriquecimiento que la progresiva industrialización acarreaba. Resulta curioso e indignante comprobar que entre los requisitos para optar a dichas ayudas algunos incluían la "limpieza de sangre" (no descender de judíos, moros, conversos, penitenciados y herejes) de la aspirante, aunque hay que conceder que únicamente lo he encontrado en fundaciones rurales, no en Sigüenza. ¡Y aquí jugarían con ventajas las huérfanas, pues qué habría mas absurdo que pedirles genealogías detalladas a ellas!

Igualmente algunos testamentos conservados de miembros enriquecidos del clero o de la nobleza nos proporcionan noticias puntuales sobre los fondos que se destinaban a "socorrer huérfanos y doncellas", así como el acogimiento de huérfanos en el desempeño de labores domésticas, entre las larguísimas listas de mandas testamentarias.

Testimonios de acogimiento de huérfanos, aunque sin adopción

Un lugar curioso para encontrar referencias a niños huérfanos o expósitos son las mandas testamentarias. En ellas se referencian con frecuencia a criados, pajes, etc. claramente mirados con cariño y nostalgia en el trago amargo de las postrimerías.

Doctor Gurbiales, maestreescuela. Nº 220 Testamento del señor fundador, 10 de diciembre 1478

Item mando que sean pagados quinientos maravedis a Juan, criado del Maestrescuela, mi señor y tío que Dios aya, el cual halló a la puerta de la iglesia y lo hizo criar por amor de Dios y mandó en su testamento que le fuesen dados quinientos mrs. y como yo nunca lo he visto no se los he pagado por ende mando que se los den y paguen

Fernán González, arcediano de Sigüenza Nº 23 12 de abril 1480

Item otro si mando que den para casar una huérfana pobre seis mil mrs. y si parienta yo tuviere alguna pobre, sean dados a ella antes que a otra. [..] Item mando a Juanica mi criadilla que la crío por amor de Dios que le den siete mil mrs. para que la críen [..] Mando que las casas donde al presente mora Juana González, mi ahijada, que son mías que sean para el sacristán con el palomar de fuera que yo tengo en la cuesta de San Cristóbal.

Mateo Sánchez, fundador hospital de San Mateo,

Item mando a Juan de Bedeguillos por el tiempo que estuvo en mi casa, aunque fue travieso, ciento cincuenta maravedís de blancas

Catalina Vinuesa de Romanillos de Medina, 23 de marzo de 1543

Item mando a Librada, criada del hospital de Señor San Mateo que ha tenido y tiene mi de me visitar en mi enfermedad una cama en esta casa y una artesa y un arraz y una rula (?) y una mesa (y acto siguiente deshereda a algunos parientes suyos que no la habían visitado, por gilipollas)

Libro de Cuentas del Hospital, ejercicio 1567-1568, apartado "zapatos"

(haciendo relación de pagos efectuados) .. y 1 real mas para la gitanica que tiene Juan de Rodrigo que mandó el Cabildo con otros recados que dio

Los nobles también tenían a gala la protección de la infancia desvalida, aunque sorprende lo abultado de las cantidades legadas. Así tenemos el testamento de don Iñigo de Mendoza y de la Cerda, Marqués de Almenara (otorgado en Mandayona, enero 1588) y el de su viuda, doña Ana (otorgado en Valladolid en abril 1606). En ambos testamentos se otorga herencia a dos huérfanos acogidos, primero mencionándolos como niños y luego -transcurridos 18 años- como adultos. Así, en el del señor marqués se manda que:

Ytem mando a teresica trecientos ducados si fuere viva y estubiere a la sazon que yo muriese en mi casa.
Ytem mando a hernadito trecientos ducados si fuere vivo y estuviere en mi casa a la sazon que yo muera.

y el de su viuda, doña Ana:

Ytem mando a hernando de quintana ducientos ducados por averle criado y por la vuena voluntad que le tengo fuera de lo que se le debe de la manda que le hiço el marques si no estuviere ya pagada.
Ytem mando a doña teresa de cortes, mujer de castillo ducientos ducados por aberla criado y entiendese que estos ducientos ducados son fuera de su dote.

Provisiones de fondos

Otras mandas dedican una aportación económica a estas obras benéficas, aunque sabemos que no siempre de forma voluntaria, pues diversas pragmáticas reales obligaron a incluir este tipo de cláusulas testamentarias. Recojamos aquí alguna de éstas mandas, que a buen seguro serían esperadas como agua de Mayo:

Don Andrés de Arenas, arcediano de Molina, 2 de marzo de 1524

Item mando que casen cinco mozas huérfanas pobres e que sean doncellas y de buena fama, den a cada una cinco mil mrs. para ayuda a su casamiento en Sigüenza a voluntad de mis testamentarios

Francisco Chamiro, racionero en Sigüenza, 29 de enero de 1586

Item mando al hospital de niños expósitos tres ducados

Marqués de Almenara, señor de Mandayona (sin fecha)

(manda que decía) Item mando que acabado el dicho monasterio (de frailes franciscanos en Mandayona) se gaste la renta de la dicha herencia en cada un año perpetuamente en casar huérfanas la tercia parte y la otra tercia parte en remediar pobres envergonzados [..] Puesto que no se pudo hacer el monasterio que el señor Marqués de Almenara mandó por su dicho testamento edificar es duda a quién vendrán los veinte mil ducados que para el edificio de él señaló, si con ellos se ha de fundar otra Obra Pía diversa de las que el nombró .... y dotes de doncellas huérfanas, en los que mandó gastar todo el usufructo de su hacienda, en cada un año

Referencias

Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza. Sección Fondos Parroquiales. San Pedro de Sigüenza. Libro de los casados en esta Sancta Yglesia Parroquia de Señor San Pedro siendo capellán mayor el Doctor don Pedro de Anguita. Año de 1643

Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza. Sección Fondos Parroquiales. San Pedro de Sigüenza. Libro de cassados de la Parroquial de San Pedro de esta ciudad de Sigüenza el qual empieza desde 1º de nobiembre de año de 1679

Legajos 65-66 Testamentos, Archivo Catedral de Sigüenza

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