El templo dedicado a San Vicente Mártir situado en la confluencia entre las actuales calles de Jesús, Travesaña Alta y San Vicente tiene tras sí una larga historia, aunque la mayor parte de la misma se vea ensombrecida por el hecho de haber sido reducida durante siglos al status de ermita, en la cual se celebraban los oficios el día del santo titular y poco más. Hay que esperar a finales del s. XX para que una restauración saque a la luz todo el interés que este edificio merece y quizás por lo cercano en el tiempo de esta recuperación, no parece haber merecido atención más allá de las habituales guías turísticas.
Algunos de los elementos que cobija la iglesia merecerían sin duda un estudio más detallado. Al poner estos datos al alcance de todos, espero que sus visitantes realicen aportaciones de interés.
Un recorrido visual por su interior
La iglesia pillaba de camino para la cárcel, por lo que era a menudo vista como último recurso para los delincuentes para evitar su ingreso en prisión. Aquí encontrarás testimonios al respecto.
Ultima actualización: 13 de septiembre de 2003
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