Called from/Referenciado desde: El Hospicio de Sigüenza

La Acogida

Dibujo en el cual se nos muestra el interior de una inclusa en el Madrid del siglo XIX; en un interior de tipo conventual una pareja de religiosas cubiertas con tocas se encuentran adyacentes al torno. Una de ellas sostiene a la criatura recien abandonada en sus manos. El ambiente es sencillo y luminoso.

Francisco Ortego, Sala del torno de la Inclusa de Madrid, 1861. Sobre la historia de esta inclusa, véase la obra de Pedro Espina Pérez.

Una vez recogido el niño, se anotaba la hora en que se producía la entrega, así como si éste tuviese en su poder algún papel -denominado cédula- donde se recogiesen los únicos datos que se conservarían sobre su vida. Cada evento de abandono se recogía en un Libro de Entradas, datando de 1664 el mas antiguo de los conservados[1] . Será precisamente de este libro y de algunos datos indirectos ofrecidos por la contabilidad del Hospital, que se remonta al siglo XVI con los que intentaremos ofrecer algunas cifras concretas.

Acto seguido se limpiaba bien a la criatura, se le envolvía con ropa limpia y seca y era atendido por una de las nodrizas del hospital, mientras se procedía inmediatamente a buscar un ama de cría externa que se comprometiese a amamantarlo. Luego se le depositaba en una cuna, fajado e inmóvil.

Xilografía en madera en la cual se representa a dos huérfanos de corta edad completamente fajados durmiendo en la misma cuna pero en direcciones opuestas. Preside la escena un Niño Jesús con atributos divinos
Niños expósitos durmiendo de dos en dos en sus cunas. Tomado de Luis Brochales, Discurso breve sobre el uso de exponer niños, Sevilla 1629

Es de suponer que los ingresados serían sometidos a un examen médico en breve plazo para poder poner tratamiento a aquellos que se encontrasen enfermos, en todo caso antes de su derivación a hogares externos.

El personal

La gestión del Hospital de San Mateo la había dejado encomendada su fundador Mateo Sánchez en 1445 al Cabildo catedralicio, labor que este aceptó, así como la de las numerosas propiedades que dejó para su sustento. Para la gestión del hospital de San Mateo, que con el tiempo fue absorbiendo a otros hospitales menores y aceptando tareas como la de acoger a niños expuestos, hacía falta el nombramiento de unos gestores por el Cabildo y la asistencia de numeroso personal, con distinto grado de especialización. A continuación recogeremos los salarios del personal de mayor especialización y por lo tanto mejor remunerados

Cuentas 1603-04

procurador Ytem 374 mrs que se dan de salario al procurador, Hernando de Amores
médico Ytem 748 mrs que se dan de salario al médico
cirujano Ytem 28 (952 mrs) que se dan por su salario a Manuel Antonio por su trabajo por un año
administrador Ytem 7500 mrs que se le dan de salario al dicho señor administrador por la administración
capellán Ytem 2238 mrs que se dan de salario para el capellán
secretario Ytem ducado y medio (562 mrs) que pagó al secretario por hacer las escrituras

Tanto el médico como el cirujano eran los propios del Cabildo, que al contratarlos les estipulaba la obligación de prestar igualmente sus servicios así en el Hospital de San Mateo como en el Hospicio. Sirva lo anterior para considerar las remuneraciones anteriormente consignadas como complementarias a los ingresos de dichos profesionales.

Personal sanitario

Lienzo en el cual se representa una mujer que tiene en sus manos un niño con síntomas de encontrarse enfermo

Gabriel Metsu, El niño enfermo (c. 1660)
Rijksmuseum, Amsterdam

En el Hospicio la atención médica a los allí acogidos fue siempre un aspecto prioritario de su gestión, máxime teniendo en cuenta las altas tasas de mortalidad infantil de la época. Aunque no se tratase de un gasto propiamente médico, es indudable que el procurar amas de cría para los lactantes tenía un efecto decisivo tanto para su nutrición como para su salud. Sin embargo, el Hospicio disponía de profesionales médicos contratados para pasar consulta a los niños y tratarlos de sus enfermedades. El hecho de que el hospicio estuviese asociado con el Hospital de San Mateo, un centro médico a la altura de su tiempo y que daba servicio mucho mas allá de la comarca, hacía que la atención médica de los abandonados fuese posiblemente la mejor que se pudiera pagar en dicho tiempo y lugar. Igualmente disponía de la magnífica botica del hospital para aprovisionarse de medicamentos.

Aquí se da la paradoja de que las cuentas del siglo XVI nos proporcionan mas detalles que las del siglo XVII, por lo que pasaremos a utilizar las primeras. Así, en las cuentas del ejercicio contable 1572-1573 tenemos los siguientes apuntes, todos relacionados con la atención médica a los niños ingresados:

pollos Ytem 735 mrs por 5 pollos y tres gallinas que pareció haber comprado para los niños que abrieron y para otros que estuvieran malos, de sarampión y otras amas y enfermos
cura Ytem 34 rs que pagó a Joan de Garay, curiel, por abrir dos niños y una niña
cura de un tiñoso Ytem que pagó a Magdalena Pascual 12 rs por curar un niño que tuvo tiña
salario del doctor Calvo Ytem 2 ducados que pagó al doctor Calvo por su salario
salario del doctor Palomino Ytem 3050 mrs que pagó al doctor Palomino, cirujano, por su salario
María de Casillas Ytem 8 rs que pagó a María de Casillas por curar algunos niños

Estos apuntes se repiten con ligeras variantes a lo largo de los años. Constatemos que había tres niveles de atención médica:

Entre los tratamientos consignados está el bizmar: "nobecientos y cinco mrs que parecio haver gastado en bismar a los niños y regalillos de Alfenigz (sic)" (ejercicio 1600-1), consistente en bizmas, emplastos para confortar, compuestos de estopa, aguardiente, incienso, mirra y otros ingredientes. El "Alfenigz" del texto posiblemente se lea como alfeñique (pasta de azúcar cocida y estirada en barras muy delgadas y retorcidas).

Retrato de un doctor por El Greco. Viste gola y traje negro riguroso; apoya la mano izquierda en un libro impreso que se encuentra abierto
Doménikos Theotokópoulos El Greco, Retrato de doctor (c. 1577-84), Museo del Prado, Madrid
Pintura sobre tabla representando a un grupo de cirujanos en la Inglaterra del siglo XVI
Hans Holbein el joven, Enrique VIII y los barberos-cirujanos (detalle) (c. 1543)
Royal College of Surgeons of England, London

Tanto el médico, boticario, como el cirujano estaban contratados por el Cabildo. Aquí tenemos los contratos del médico y del cirujano correspondientes al año 1679, donde podemos constatar que los honorarios del médico doblaban a los del cirujano.

El personal no médico del hospicio

Pintura sobre tabla de escuela flamenca en la cual la Virgen sostiene al Niño en sus brazos mientras le da de comer una papilla que tiene en un plato sobre una pequeña mesa. En la misma mesa están depositados un cuchillo, una manzana y un trozo de pan. El niño juega con una cucharilla. Gerard David, Virgen y Niño con sopa de leche hacia 1520, Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas
Además del personal con función propiamente sanitaria, había diversos puestos, casi siempre ocupados por mujeres, que constituían la maquinaria que posibilitaba el funcionamiento del hospital y hospicio.

El personal auxiliar del complejo asistencial constituido por el hospital-hospicio aparece reflejado selectivamente en los libros. En los libros de contabilidad del Hospital aparece la faceta laboral, recogiéndose hospitalero (celador), enfermeras (amas enfermeras), criadas, cocinera y gobernanta. En las cuentas del Hospicio aparecen nodrizas (amas de cría, amas de leche) que prestaban sus servicios dentro del hospicio, como paso intermedio mientras se intentaba colocar al niño en una familia externa que lo criase a cambio de una retribución. Igualmente los médicos eran comunes, aunque a la hora de computarse sus honorarios éstos distinguiesen entre su labor en una institución u otra.

Escena de una cocina en la cual todo el personal está ocupado en diversos quehaceres, como alegoría de la abundancia

Vicenzo Campi, Cocina, (circa 1580), Pinacoteca di Brera, Milan

(ejercicio 1646-47).

"doscientos setenta y quatro reales que pago a las tres amas enfermeras y cozinera en razon de ocho ducados a cada una de su salario deste año"

"noventa y seis reales que gasto en dos ropones que les hiço a las amas para quando se lebantan de noche a adereçar los enfermos"

Problemas con el personal

Hasta ahora hemos hablado del personal que atendía el hospicio de un modo impersonal, pues carecíamos de datos que nos acercasen a sus costumbres, comportamiento, etc. Con posterioridad a la redacción de este artículo apareció un documento que arroja luz sobre los defectos que presentaba el funcionamiento del conglomerado socio-benéfico en torno al Hospital de San Mateo, así como de las medidas correctoras que se tomaron. Así aparecen consignadas no pocas corruptelas y comportamiento "poco profesional", como escatimar en las raciones de los enfermos para luego vender los alimentos sobrantes. Aunque buena parte del mismo está dedicada a la atención de enfermos, bien merece una lectura para quien quiera conocer aspectos casi inéditos en la vida de un hospital de entonces.

Referencias

[1] Legajo "Niños 1652", Fondos Hospital de San Mateo, Archivo Catedral de Sigüenza

[2] Legajo "Libro de los baptizados en esta parrochia de san Pedro, el qual comiença a primero de henero año de mil seiscientos y çinquenta y tres, siendo capellan mayor el Doctor Don Pedro de Anguita y Alonguia natural de esta ciudad de Siguença y sus curas tinientes el licenciado Martín de Ambrona y el licenciado Eugenio Amador. Seguntiae Ano 1633", Fondos Parroquiales: San Pedro (Sigüenza), Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza

[3] Legajo Hospital. Año 1643 al de 1686 Fondos Hospital de San Mateo, Archivo Catedral de Sigüenza

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