Called from/Referenciado desde: El molino conocido como "El Polvorín" |
Marcos Nieto, Septiembre 2011
Al ser postulada en 2001 la hipótesis de que "El Polvorín" fuese en realidad un molino de viento apenas disfrazado, la reacción inicial fue de cierta incredulidad y numerosas bromas, tanto es así que todavía perdura algo de ello. Sin embargo, el paso del tiempo, las referencias que de vez en cuando se encuentran reflejadas en diversos textos y las aportaciones que tienen a bien hacerme llegar, hacen que podamos ofrecer un conjunto de testimonios escritos que hablen explícitamente de la existencia de molinos de viento en Sigüenza. Optaremos por un orden cronológico, incluso de testimonios negativos sobre su existencia, para no sesgar el juicio del lector. Hasta entonces, no obstante, las dos referencias más importantes: Catastro de Ensenada (1752) y Pascual Madoz (1849) no decían nada al respecto, lo que quizás justificase el general escepticismo.
Esta obra clásica sobre los recursos de la España de su época es utilizada repetidamente como fuente de datos sobre la economía local de aquel entonces: sin embargo, en nuestro caso[1] no hace la menor alusión a artefactos movidos por el viento en los términos de la ciudad de Sigüenza
A la décima séptima dijeron que en su término hai cinco molinos harineros de una piedra cada uno y dos batanes que andan perennemente con hazequia que se saca de el río Henares, de los quales:
Molinos
Batanes
Que de los batanes pertenece:
Sin que todavía haya aparecido una noticia sobre su construcción o desempeño de su actividad, se nos comunica su empleo como almacén de pólvora.
Tras producirse [2] un incendio en la casa del comisionado para la venta de la pólvora (una concesión real, similar a la actual de loterías y tabacos), el riesgo inherente a la situación, y el hecho de morar el alcalde en la vivienda contigua, motivaron que se buscase un emplazamiento alternativo a dicho almacén de explosivos.
Asimismo se hizo presente en esta Junta una carta contestación del Sr. Subdelegado de Rentas Provinciales a la escrita por el Señor [...] Manuel Sánchez, en solicitud de que con el notorio motivo del yncendio acaecido en su casa, se trasladase la pólvora que de cuenta de la Real Hacienda se vende por el encargado en ella, y que se halla en las casa inmediata a la de dicho señor Alcalde, al Molino de Viento que es el Almagacén, en donde existe la del Regimiento Provincial que está fuera de la población, en su vista se acordó se pase a nombre de la ciudad el correspondiente aviso por escrito al Cavro. Coronel, por los señores quatro oficios maiores, para que tenga efecto la remoción de dicha pólbora a dicho molino de viento.
Como podemos apreciar, primeramente se propuso emplear el molino de viento para ello, pues se por primera vez se nos informa de que estaba siendo empleado por el Regimiento de Milicias de Sigüenza para almacenar su pólvora. Tras evacuar consultas y compilar informes se desechó la idea, optándose por construir un polvorín de nueva planta en el monte conocido como "La Raposera".
A principios del siglo XIX se considera que el hospital de San Mateo se había quedado pequeño para las necesidades de la población y que de construirse un nuevo edificio, este debería estar instalado en un lugar que permitiese una mejor ventilación[3]. El proyecto no llegaría a realizarse.
[...] vengamos a las contenciones o sean informes aunque contemplativos y parciales del Cirujano Eutiquiano Martinez y del Medico Don Josef Gutierrez en virtud de los oficios que les paso el Secretario del Señor Obispo por que se han remitido al Consejo folio 273 y siguientes y se acabara de demostrar el acierto del Cabildo como antes propusimos conviene el Cirujano Eutiquiano que la ciudad de Siguenza esta situada desde la cumbre de un cerro hasta su falda y que esta cercada de cerros por todas partes comviene tambien en que debe de estar un Hospital alto bien ventilado no arrimado a lugares pantanosos separado de humedades y con desaogo libra para las aguas inmundas prosiguel censurando la situacion del Hospital de San Matheo por hallarse en medio del pueblo entra a tratar de sitios para mudarle y habla por lo tocante a lo alto de los que llaman la Raposera, el molino de viento y los colegios caidos y por lo respectivo a lo vajo de los que llaman los huertos el de Santa Librada y el de San Pedro excluie para el nuevo Hospital el sitio de los Huertos por bajo y humedo, excluie el sitio de Santa Librada porque ademas de estar igualmente humedo y bajo aunque no tanto como los otros dos esta cargado de humedades y el aire es capaz de impregnar de mas mas putridos y causar los.... (Nota: esta referencia muy probablemente pertenece a otro molino distinto, en concreto el molino situado antaño en el paraje de La Raposera)
"…hasta que se introdujo en la ciudad un batallón. Otro cogió el Molino de Viento, otro por cima del Arrabal en columna, y a cosa de las dos y media comenzaron a bajar por la carretera tres columnas y la artillería de 13 piezas " [MADRIGAL LÓPEZ, José Luis. Documentos de testimonio histórico de la primera entrada y saqueo de Sigüenza por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia. Ábside. Boletín de la Asociación de Amigos de la Catedral de Sigüenza, p. 36 nº 27, Junio 1997]. Dicho autor ofrece esta curiosa explicación para la referencia a un molino de viento: "El Molino de Viento que menciona, corresponde a la casa de religiosos que hay en el paraje del Bosque, la zona del actual Oasis ".
Noticia[4] de gran interés, proporcionada por Diego Moreno, pues además de identificar el molino de viento como tal instalación industrial, proporciona una distancia con el castillo que se corresponde con el molino de Las Peñuelas (el actual "Polvorín").
Buen-Desvío partido de Sigüenza, 11 de Julio
Los franceses en número de 1000 infantes y 400 caballos continúan acantonados en Sigüenza; cometiendo mil extorciones [sic] contra sus habitantes, y obligando a todos ellos, sin excepción del clero, a trabajar en las obras de fortificación que están construyendo. Estaban en la tarde del 4 del que rige mudando el centinela del molino de viento que se halla a 200 pasos del palacio episcopal, restituido en el día por los franceses a fortaleza como lo fue en tiempos antiguos, quando acercándose solo Pedro Layna, sargento 2 de granaderos provinciales, disparó con tanto acierto que derribó a uno de ellos. Continuó haciendo fuego hasta consumir los 19 cartuchos que llevaba, y los enemigos alarmados y atropellándose unos a otros, se encerraron en la fortaleza y otros edificios, dando lugar a que Layna llegase a las mismas puertas de donde se traxeron mochila.
Gracias a la aportación de J. A. Gallego, disponemos del testimonio de un fallecimiento de un caminante en las cercanías de "nuestro molino". Notemos que todavía no es referenciado como "Polvorín", quizás porque permanecía a la espera de un uso definido.
TRANSCRIPCION: Juan Contreras: En vista de un oficio que se sirvió pasarme Don Juan Peinado, Juez de Primera Instancia interino de esta ciudad de Sigza su fecha primero de abril de mil ochocientos y veinte, fue sepultado Juan Contreras, marido de Casimira Ayuso y vecino de Torremocha, que fue hallado difunto en el camino que va de esta ciudad a dicho Torremocha, junto al Molino que llaman de viento, y fue sepultado por el theniente y sacristán en el cementerio de esta ciudad y lo firmo fecha ut supra. [Primer libro de difuntos de la parroquia de San Vicente de Sigüenza, folio 149 recto]
Transcurrido casi un siglo desde el catastro de Ensenada, nos encontramos que Pascual Madoz (1849) tampoco recoge la existencia de molinos de viento en la zona[5], aunque este último autor no es concluyente, pues dependía sobremanera de la calidad de los corresponsales que contribuían a su obra, siendo la calidad de estos últimos muy heterogénea. En este caso particular, manifiestamente mala.
Un día que me encontraba realizando fotos en las cercanías del edificio, se me acercó una persona y me comentó que para él sí tenía sentido la existencia de un molino de viento allí, pues recordaba que aparecia referenciado en las lindes de antiguas escrituras. Este testimonio me animó a seguir buscando, y se produjeron sus frutos, aunque como siempre insuficientes: se mencionaba[6] el molino de viento como linde, pero junto con otros topónimos confusos o que podían dar lugar a distintas interpretaciones, nada excesivamente concluyente.
Sin embargo, una nueva categoría de documentos aportaría la precisión deseada: los expedientes mineros, en los que la ley exigía una demarcación muy clara de las explotaciones, con una expresión exacta de las lindes, realizada por topógrafos, huyendo de la consabida imprecisión de las escrituras de propiedad y de la arbitrariedad del lenguaje común. Veamos dos testimonios que no pueden ser más rotundos, pues venían acompañados por planos que no dejaban lugar a dudas sobre su ubicación:
Punto de partida: situado a 1 metro al Sur del centro de la puerta de un torreón que fue molino de viento y hoy es polvorín . [6] (11 de Febrero de 1873).
El punto de partida en las Peñuelas de Arriba es el Molino de Vicente [sic] que hoy se llama "El Polvorín". [7] (20 de Mayo de 1919).
Aunque nos resulte extremadamente chocante, a finales del siglo XIX se podían almacenar los explosivos en simples tiendas: Con ocasión del fuego en las eras de Sigüenza, que el día 20 dejó en la miseria a algunas familias... [cunde el pánico] pues corrió la voz de que el fuego era en una droguería de la calle de Mendoza, donde existe dinamita, que constituye un peligro que no debe consentirse. (31 julio 1897) [8]. Para evitar dichos peligros y por la fiebre minera que acometió a buena parte de la provincia de Guadalajara en el siglo XIX se habilitaron una serie de edificios aislados ya en desuso como almacenes de explosivos, situados en las afueras. Así, estos depósitos de explosivos proliferaron; en 1863 sabemos de un paraje denominado "Los Polvorines", donde un tal Florentino Juberías poseía un terreno [10]. Notemos que dicha finca lindaba con otra de un tal Juan Juberías, situada en el paraje conocido como... ¡Los Molinazos! Dicha expresión nos habla de la impresión que causarín los molinos de viento, construcciones grandes para la época, así como el plural empleado indicaría que en un mismo emplazamiento había varios en funcionamiento, circunstancia muy frecuente cuando lo que se deseaba era aprovechar lugares donde el viento circulase con fuerza y de modo constante, algo no fácil de conseguir en una ciudad rodeada de elevaciones como es el caso de Sigüenza.
Desgraciadamente, de toda este conjunto de construcciones, no se conserva más que uno de ellos en la actualidad (molino de Las Peñuelas), muy alterado, y los cimientos de otro (molino de La Raposera).
Recordemos que el molino de viento cercano al castillo se conoce popularmente como "el Polvorín" denominación que ha tenido tanta fortuna que ha hecho olvidar el auténtico fin para el cual fue construído. Es por ello por lo que inserto igualmente textos donde se mencionan polvorines, que pudiesen hacer referencia quizás al edificio del cual tratamos.
Se acordó que por las comisiones correspondientes se reconozcan las habitaciones que hoy ocupan varios vecinos de esta ciudad sin satisfacer cantidad alguna en el Hospicio, local de la casa antigua del Ayuntamiento y polborín... (Libro de Sesiones del Ayuntamiento, 21 de febrero de 1904)
Y el polvorín se alquile también por cincuenta pesetas anuales (Libro de Sesiones del Ayuntamiento, 3 de marzo de 1904; a guisa de comparación una habitación en la Plazuela de la Cárcel se alquila por 12 pesetas)
Dichos testimonios son ambiguos, pues "el molino de viento" y "el polvorín" parecían coexistir en el lenguaje de los ediles como construcciones diferenciadas y coetáneas.
En un acuerdo municipal[11], en que se pretende devolver la cubierta arbórea que las sucesivas desamortizaciones habían hecho desaparecer, se hace un brevísima referencia a un molino movido por el viento.
Se acordó también que por vía de ensayo se siembren cuatro kilos de simiente de pino en el cerro del "molino de viento"
El texto hace referencia a la repoblación con pinos que se realizó a principios de siglo en el paraje de La Raposera, camino del actual cementerio, en cuyas cercanías había cómo mínimo un molino de viento más, pues existen en el terreno las improntas de un conjunto de cuatro a cinco ingenios.
La puerta de acceso al molino de "Las Peñuelas" se encuentra tapiada en la actualidad, con la fecha incisa sobre el cemento de 1947. Su cerramiento se hizo para evitar la ocupación ilegal del edificio, de propiedad municipal, pues desde que perdió toda utilidad era aprovechado como refugio por transeuntes, produciéndose incluso algún nacimiento en su recinto.
se sigue ignorando a los molinos de viento seguntinos, por razones que me cuesta comprender, dada la cantidad abrumadora de testimonios escritos de su existencia y al hecho de que uno de ellos perdure prácticamente íntegro y a vista de todos. Para muestra, un ejemplo tomado de una reciente y lujosa monografía oficial de ámbito provincial editada recientemente (2008).
"En cuanto a los molinos de viento [de Guadalajara], sólo tenemos testimonio de la existencia de los de Alustante y Viñuelas, restaurados, y noticias históricas de los de Cañamares, Maranchón y Trillo, hoy desaparecidos" [12]
Como puede observar el lector, ni el menor atisbo de que en Sigüenza se pueda encontrar el único molino de viento conservado en la provincia; tan sólo vagos testimonios a otros molinos, largo tiempo desaparecidos. Confío que estas páginas contribuyan a que algún día se admita lo evidente, que no debe serlo tanto a juzgar por lo difícil que es desfacer determinados entuertos.
Incluyo aquí las referencias originalmente empleadas por mí para confeccionar este artículo. Las listo por separado de las aportaciones que tienen a bien hacerme, las cuales acompañan el texto en cuestión.
[1] Respuestas generales del Catastro de Ensenada 1752, Colección Alcabala de Viento, nº 74, Tabapress 1996
[2] Libro de acuerdos del Ayuntamiento de Sigüenza. Sesión de abril de 1784
[3] Archivo Histórico Catedral de Sigüenza, Legajo 64 (moderno). Documento nº 11. Hospital de San Mateo, 1807, Inicio sobre el expediente de traslacion del Hospital de San Mateo pretendido por el Ilmo Señor Bejarano al antiguo Cuartel que hizo el Ilmo Señor Guerra
[4] Diario de Mallorca, del viernes 12 de Octubre de 1810. Palma de Mallorca. Imprenta de Buenaventura Villalonga, p. 1146
[5] Pascual Madoz. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XIV. Madrid 1849
[6] Amillaramiento Sigüenza, año
1863. Sección Hacienda. Libro 309, Archivo
Histórico
Provincial de Guadalajara.
Aparecen referencias al "molino
de viento" en las lindes de Antonio Andrés
(fol. 12 vto), Lucas Casado (29 vto) y Pedro Domínguez (45
vto). Incluso se hace mención de "los polvorines"
para otra localización (fol. 97 vto).
[7] Mina "El Porvenir". Expediente 455. Expedientes de concesiones mineras. Delegación Provincial de la Conserjería de Industria de Guadalajara.
[8] Mina "María Teresa". Expediente 1452. Expedientes de concesiones mineras. Delegación Provincial de la Conserjería de Industria de Guadalajara.
[9] La Crónica, periódico político y de intereses generales de la provincia. Año XIII, nº 975, Guadalajara 31 de julio de 1897
[10] Archivo Histórico Municipal de Sigüenza. Libros de actas de sesiones. Sesión del 21 de marzo de 1911
[11] Otra idem [terreno de secano] en los polvorines, que linda al saliente camino y poniente Juan Juberías. Entrada: Florentino Juberías (fol. 97 vuelto) Amillaramiento de Sigüenza (1863). Sección Hacienda. Libro 309. Archivo Histórico Provincial de Guadalajara.
[12] Eulalia Castellote Herrero, Molinos harineros de Guadalajara, Conserjería de Turismo, Transporte y Artesanía de Castilla La Mancha, Servicio de Publicaciones, 2008, p. 45.
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