Los Santos Cuerpos de Medinaceli, también conocidos como los Mártires de Salamanca

Marcos Nieto, diciembre 2012

Génesis y desarrollo de un proyecto

Portada de mi nuevo libro, editado por AACHE

La ocasión

En marzo del año 2009 fui con un amigo seguntino a Medinaceli, pues éste conocía mi insaciable afición por los temas históricos, especialmente si son poco oídos.

Una vez allí le comenté al párroco del lugar si por casualidad tenían una biografía de un "casi santo" muy particular nacido en Medinaceli: el beato Julián de San Agustín. Yo recordaba haber leído muchos años atrás una biografía sorprendente sobre el mismo, que había prestado a mi padre precisamente un cura de Medinaceli, la cual ponía énfasis sobre la simplicidad del personaje, su humildad y el poder milagroso que emanaba del mismo: esto último me había impresionado sobremanera de pequeño. Se me contestó que nada tenían sobre dicho personaje, y que se habían escrito muchas fantasías al respecto. No obstante, me podría enseñar alguna reliquia suya.

Nos dirigimos a la iglesia colegiata, y una vez allí, a su sacristía, donde había numerosos relicarios. La identidad de los restos que contenían no era fácil de dilucidar, ofreciéndoseme uno para fotografiarlo sin demasiado convencimiento de que correspondiese al beato antes nombrado.

¿Casualidad?

Mejor que peor realicé alguna fotografía de los restos de aquel santo hoy en día tan olvidado y reparé que en la mesa donde procedí a fotografiar la reliquia había un apilamiento de cajas de cartón envueltas en plástico que estorbaban bastante. Preguntando de que se trataba, el párroco me contestó que eran las reliquias de los Patronos de Medinaceli, normalmente contenidas en un arca de madera, que se habían llevado para restaurarla para que participase a continuación en una exposición de la serie Las Edades del Hombre que tendría lugar en Soria capital.

¡Lo que son las cosas! De un modo tan casual fue como empecé a interesarme por los individuos cuyos restos estaban provisionalmente contenidos en aquellas cajas, comunmente identificados con cinco mártires hispanos que habrían muerto en el norte de África, llamados Arcadio, Probo, Eutiquiano, Pascasio y Pablito. Algunas historias los hacían igualmente naturales de Salamanca, de modo que podía tomar ventaja de que la vida me hubiera hecho residir temporalmente en las mismas tierras que supuestamente les habrían visto nacer. Las investigaciones marcharon con lentitud durante un par de años, motivando incluso algun viaje al extranjero para seguir pistas que parecían conducir a lugares insospechados.

Sorpresas

Finalmente, en lo que suponía una simple visita en noviembre de 2011 a Medinaceli para recabar ilustraciones para el trabajo que creía terminado, me llegaron noticias que confirmaban algunos de los puntos del libro, así como convertían en realidades lo que hasta entonces se apuntaba sólo como hipótesis.

No obstante, lo que más me sorprendió fue que tanto las reliquias de los Cuerpos Santos como la vida del beato Julián de San Agustín ya estuviesen siendo objeto de una investigación en esos precisos momentos. Incluso habían gozado sus promotores del raro privilegio de examinar las reliquias personalmente para poder proceder a su descripción pormenorizada, lo cual era la primera vez que se llevaba a cabo. A su través pude obtener algunos detalles de importancia crucial para mi trabajo.

El desenlace

Lejos de encontrarme entre las manos con un proyecto fallido, me alegró comprobar que no necesariamente todos los ríos conducen al mismo mar, sino que pueden alimentar conclusiones diversas y enriquecer las posibilidades de elección de los lectores. Así que seguí adelante con el proyecto, esperando que complemente al que acabo de referir y que concluyó a su vez poco antes del mío.

Confío que para los lectores del libro también suponga una cierta sorpresa descubrir a los personajes que se esconden bajo el nombre colectivo de "Cuerpos Santos" y el misterio de su identidad, que no está ni mucho menos esclarecida hasta el día de hoy. E igualmente los inextricables lazos existentes a poco que se indague entre Sigüenza y los territorios de su antiguo obispado, una región antaño floreciente y hoy… no tanto.