Called from/Referenciado desde: Histgüeb: Breve historia de La Riba: Fortificaciones |
Vista aérea correspondiente al castillo para facilitar la situación de las diversas vistas que a continuación ofrezco.
Si antes de ver estas imágenes quieres ver como
resultó plasmado en
el arte -y logró pasar desapercibido a los estudiosos- pulsa aquí. Nota: es una
hipótesis personal, pero creo que cierta.
Entrada del castillo. Vista tomada desde el NOR-ESTE | Vista desde el extremo SUR-OESTE del patio de armas del castillo. Tanto el interior del castillo como sus cubiertas son objeto de destrucción intencionada. No incluyo las imágenes por no producir vergüenza ajena (sobre todo del responsable de evitarlo) |
Vista desde el castillo en dirección SUR-OESTE mostrando cruce de caminos sobre el valle del río Salado | Vista en dirección OESTE desde el castillo. Nótese la reconstrucción del extremo superior de los muros; realizada con muy buen criterio. |
Vista del castillo desde el NOR-ESTE, desde el Camino de los Muertos, con construcción rupestre en primer plano | Vista del castillo tomada desde el SUR-OESTE, con fuente y lavadero en primer plano |
Vista al SUR desde el extremo nororiental del castillo. Al fondo La Riba de Santiuste | Vista al ESTE desde el castillo. Términos de Sienes, Tobes y Querencia |
Vista al SUR-ESTE desde el castillo. Al fondo de frente, el cerro del Alto o del Castillejo. A la izquierda, La Riba de Santiuste | Vista NOR-ESTE desde el castillo. En primer plano, el Cerro de la Horca o del Ahorcado. Al fondo, Valdelcubo |
Respecto al cerro conocido como la Horca o del Ahorcado, era un requisito casi imprescindible de aquellas poblaciones que administraban su propia justicia, el patíbulo donde ajusticiaban a los condenados. Se colocaba dicho patíbulo en un lugar algo, cercano a vías de comunicación, para que su sola vista hiciera pensárselo dos veces a aquellos que pensasen cometer un delito en la localidad.
El Carro de Heno (detalle), de Hieronymus Bosch, donde se representa a un caminante asustado por las violencias que se cometen a su alrededor, y la silueta de una horca en lo alto de un cerro, como recuerdo de la muerte violenta que espera a los malhechores |
En determinados casos en el que el ajusticiado era un criminal famoso, se solía descuartizar el cadáver y repartirlo entre las poblaciones donde había realizado sus fechorías, a veces ensartando los trozos en garfios que las picotas tenían al efecto.
Vista del castillo desde el antiguo emplazamiento de la horca, el Cerro del Ahorcado. Una visión que posiblemente constituyese la última de muchos condenados. |