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Marcos Nieto. Diciembre 2008
La Minerva de Sigüenza comparada con una de las más bellas representaciones del martirio de Santa Librada, debida a Luis Salvador Carmona (1709-1767). A pesar del tiempo que media entre ambas, parece encontrase un eco de la Minerva mutilada en la santa crucificada, o quizás el parecido que se le hubiera podido proporcionar al bronce si se le hubiese querido asimilar a la "joven romana mandada crucificar" de la versión de su vida que más éxito tuvo en la ciudad de Sigüenza.
Ya hemos aventurado la hipótesis de que la imagen de Minerva encontrada en 1895 en las inmediaciones de la fábrica "El Acierto", en el Barranco de la Barenosa, alrededores de Pelegrina (Guadalajara, España), hubiese recibido culto anteriormente en un templo en la cercana población de Barbatona. Según las premisas de dicha hipótesis, la imagen habría sido desecrada en el siglo IV, fragmentada y sus restos, justamente con los de otras imágenes reputadas como ídolos, arrojados al fondo de un pozo o estanque. Veamos el lugar elegido para dicho ocultamiento.
La zona donde apareció la escultura romana está constituida por un vallecillo flanqueado por altozanos, algunos de los cuales están arbolados por robles en su variedad conocida como rebollo desde tiempo inmemorial. La altitud media de la zona es alta (aproximadamente 1.000 m) y el clima de tipo continental. En su parte inferior el valle toma el nombre de Barranco de la Varenosa, descendiendo suavemente hasta desembocar en el barranco del río Dulce, donde se asienta la población de Pelegrina. Mucha de la toponimia menor hoy conservada de la zona data como mínimo de hace 700 años, como el siguiente texto de 1307 nos recuerda.
Por la viña que uso Auedes en pelegrina carrera del monte que a por linderos de la vna parte la foz e dela otra parte la lastra de sant cristoual e de parte de fondon La carrera que va a la guardera e dela otra parte el Rebollar de Pelegrina [1]
Vista del valle desde su cabecera
En su tramo inferior, el valle presenta muestras de haber acogido un poblado en época neolítica. Sin embargo, únicamente tenemos constancia de un asentamiento en épocas históricas para fechas extremadamente tardías, cuando albergó una pequeña población fundada en torno a una explotación minera y fábrica de cerámica; la cual era descrita así en 1908:
Acierto (El): geografía. Colonia industrial de 11 edificios y 65 habitantes, situada a 2 km de Pelegrina, a cuyo municipio pertenece. Provincia de Guadalajara [2]
Restos de la Colonia Industrial de "El Acierto", en el paraje conocido como "La Mina"
Es en esta población y sus alrededores donde se desarrollaban las labores extractivas y de transformación que darían origen al supuesto hallazgo casual de fragmentos de esculturas romanas en bronce. El progresivo empobrecimiento del país a medida que avanzaba el siglo XX supuso el abandono del negocio y por ende, de la colonia. Así, en 1914 tenemos que ya se daba por cerrada la fábrica de cerámica en el lugar [3].
Aunque ya en desuso, esta pequeña población debía mantenerse todavía en pie en 1936, cuando tenemos noticia de que fue escenario de breves pero cruentos combates, que posiblemente ocasionasen su definitiva ruina.
El 18 de octubre comenzó el avance sobre Guadalajara, siendo el primer objetivo del Tercio el pueblo de Pelegrina y la fábrica de cerámica que consiguió con fuerte resistencia enemiga. El 19 participó en la toma de La Cabrera, volviendo a Pelegrina. [4]
Ya hemos visto que el valle no poseyó un núcleo de población estable hasta en fechas muy recientes, y el que tuvo fue de corto vecindario y duración. Esto no quita que dicho lugar estuviese rodeado de otras poblaciones a corta distancia, y éstas hiciesen uso de los recursos naturales del lugar, consistentes en yacimientos mineros de arcillas y piedra caliza, juntamente con un extenso robledal que proporcionaba energía para las industrias de transformación (fabricación de cal y de cerámica). Por si esto fuera poco, discurría paralela y dominando el valle una cañada, denominada Cañada Real Soriana o Cañada Galiana, por la cual discurrían periódicamente los pastores y sus ganados trashumantes. Y un importante factor a tener en cuenta: el lugar donde apareció la escultura se halla cercano al camino que unía las dos residencias del obispo de Sigüenza: los castillos de Sigüenza y el de Pelegrina.
Una visión en Google Maps de la zona de interés. En ella se muestran las poblaciones de Sigüenza, Pelegrina y Barbatona en amarillo, las diversas ermitas dedicadas a Santa Librada en azul y en verde el lugar donde apareció a finales del siglo XIX la escultura de Minerva.
Si en vez del trazado de las modernas carreteras, pasamos a representar el de los antiguos caminos que como una tupida red conectaban antaño unas poblaciones con otras, nos encontraremos que en las inmediaciones del hallazgo de la escultura discurrían caminos que enlazaban Sigüenza con Pelegrina (trazo Rojo) y Torremocha del Campo (trazo Verde), así como Barbatona con Pelegrina (trazo azul). He incluso una antigua vía pecuaria o cañada discurría por los altos, la Cañada Real Soriana o Vía Galiana (trazo Amarillo). Igualmente se resaltan con números hitos tales como (1) ermita de Santa Librada (2), Pozo de Santa Librada (3), Caleras y (4) El Acierto. El plano se corresponde con la hoja 461 del plano topográfico del Instituto Geográfico y Catastral, edición 1964.
Vista de la población y castillo de Pelegrina desde el barranco de la Varenosa
Imagen: el obispo Don Andrés, que ocupó la sede episcopal seguntina entre los años 1261 a 1268, retratado en la portada de Santiago de la iglesia del Salvador, en Cifuentes (Guadalajara). Ya hemos comentado que el castillo de Pelegrina tenía desde muy antiguo carácter de segunda residencia episcopal. Así, el 23 marzo de 1263, Don Andrés, obispo de Sigüenza pero estante en Pelegrina, concede a los clérigos de Atienza que en caso de muerte puedan sus herederos percibir los frutos de cuantos beneficios aquellos usufructuasen, con ciertas condiciones. (Pergamino en latín, a falta de sello episcopal, archivo del Cabildo). Andrés por la misericordia de Dios obispo de Sigüenza aunque indigno, a sus amados todos los clérigos de Atienza en nuestra diócesis, salud y bendición. [...] Dada en Pelegrina el sexto de las kalendas de Abril (23 Marzo) año del Señor de mil y doscientos sesenta y tres [5].
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La cabecera del valle está flanqueada por altozanos y parameras. En una de ellas, llamada La Guardera, es tradición desde muy antiguo que existió una ermita dedicada a Santa Librada. Sin embargo, las noticias más antiguas sobre la misma no se remontan más allá del siglo XVI, cuando el Cabildo de la catedral de Sigüenza tiene que hacerse cargo de los bienes de las parroquias suprimidas de Santiago y San Vicente en 1525. Veamos lo que se sabe.
El más distinguido historiador de la ciudad de Sigüenza, Toribio Minguella [T. Minguella y Arnedo. op. cit., volumen 3, Madrid 1913, página. 598] ya situaba en 1913 una primitiva ermita dedicada a Santa Librada "en el Rebollar, camino entre Pelegrina y Barbatona". Así, cita un acuerdo del viernes 8 de junio de 1526 en el cual "sus mercedes mandaron dar mil mrs. para el reparo de la Hermita de Santa Librada de la Guardera, que es cabo los rebollares, que es aneja de Santiago de esta ciudad". El mismo T. Minguella recoge en su obra (volumen 2, p. 318) el dato de que en 1353 aparece barvatona como dependiente de la eglesia de santiago. El hecho de encontrarse en el término de Pelegrina en vez de Sigüenza ocasionaba problemas de competencias, por lo que con el tiempo se decidiría su abandono y construcción de una nueva ermita más cerca de la ciudad episcopal.
En fechas más recientes, Juan Antonio Marco [6] propone como ruinas de dicha ermita en la cabecera del valle, en su ladera norte. Dicho autor nos comenta que se trataba de "una ermita pequeña de piedra barro las paredes", citando las anotaciones manuscritas del erudito seguntino Román Andrés de La Pastora, nuevamente citando las actas capitulares de los días 3 y 8 de junio de 1526, conservadas en el Archivo de la Catedral de Sigüenza. J. A. Marco interpreta unas ruinas existentes en la zona como "un edificio con una nave de unos 14 por 6 metros, más un atrio de 8 m. de largo, quizás aposento para el santero".
Vista aérea de las ruinas de la supuesta ermita de la santa, tomada del Sigpac
Las ruinas de la supuesta ermita, vistas desde el poniente
Como se puede apreciar, las ruinas son poco más que un amasijo de piedras, pero se puede ofrecer una idea de la disposición de los lienzos de la misma en base a los muros que todavía afloran, tratándose de una construcción rectangular dividida en dos partes simétricas, estando rodeado el conjunto por un muro perimetral que se conserva parcialmente, separado del muro interior por una distancia de 4 metros. Como nota curiosa, la aparente ausencia de vanos en los muros conservados.
Planta aproximada de las ruinas de la ermita de Santa Librada
Santa Librada es una joven cristiana que sufrió martirio en una persecución: poco más se puede decir fehacientemente [7]. Dos santuarios se enorgullecían de poseer restos suyos, uno en Italia y otro en Francia. Precisamente la procedencia francesa de varios de los primeros prelados de la diócesis de Sigüenza tras su restauración hizo que estuviesen familiarizados con su culto y anhelasen hacerse con reliquias suyas para prestigiar una catedral de nueva erección. Una vez conseguidas las reliquias de un modo que no ha dejado constancias documentales, su culto alcanzaría rápida popularidad en Sigüenza, de donde se expandiría con fuerza al exterior, especialmente la América hispana. Este culto iría acompañado de una iconografía muy especial, derivada de alguna de las hagiografías propuestas para la santa, en la que la mártir aparece crucificada y cubierto su cuerpo por una túnica generalmente ceñida bajo los pechos. En Europa, la santa conocida como Librada o Liberata emplea una iconografía más convencional, pero igualmente contradictoria: representándose de pie, con atuendo de orden religiosa, coronada y con una espada atravesándola el pecho [A. Bislenghi, op. cit. p. 124] en los siglos XIII-XIV o bien como joven romana rodeada de niños en 1661 [A. Bislenghi, op. cit. p. 23].
Se da la curiosa circunstancia de que el culto de Santa Librada en Sigüenza atribuía propiedades curativas al agua del manantial de la santa. tenemos constancia de ello para una fecha muy tardía, cuando María Josefa de Sajonia (1803-1829), esposa del rey de España Fernando VII, agobiada por la falta de descendencia, acompañó a su marido en una breve visita a la ciudad, donde bebió agua de la santa. ¿Cual era la fuente de agua de virtudes curativas? Pudiera ser que del manantial de Los Chorrones, adyacente a la última de las ermitas dedicadas a la santa, en las cercanías de Sigüenza. Sin embargo, la mudanza repetida en el tiempo de la ermita de la santa posiblemente hiciese que la gente fuese consciente que éste último manantial no fuese el auténtico milagroso.
María Josefa de Sajonia, por Francisco Elías Vallejo
Casualidad o no, todavía hoy se conserva un pozo situado en las proximidades de la más antigua de las ermitas de la santa, que bien pudiera tratarse del Pozo de la Santa. Los mapas actuales se refieren al mismo como "El Pozuelo" y no es descartable que el pozo como tal se refiriese a alguno de los humedales de mayor porte que abundan en el tramo bajo del valle, pues el término de Barenosa (Varenosa) y la presencia de caleras, más típicas del tramo inferior del valle, suelen aparecen asociados en textos antiguos. En italiano, el término "barenosa" significa "con características de marisma" [15], por lo que es posible que algún originario de dicho país bautizase así a lo que ya entonces debían ser humedales. Incluso dicha zona pudo tener habitantes desde muy antiguo, tal como aquel en que un participante en una asamblea concejil de Sigüenza en el siglo XIV se llama incluso Ferrant Garcia de la Varenosa, posiblemente indicando que era originario o residía en dicho lugar.
presentes en el dicho concejo pero diez fijo de tomas perez e ferrant garcia dela varenosa [Compra el canónigo Martín Frechos un huerto vendido en almoneda, nº CXXIX, 14 de marzo de 1377, en T. Minguella y Arnedo, op. cit. volumen 2, pag. 578]
oyo y barrancada que se conoze aver sido calera, se hallo un cadáver, que estaba cubierto de piedras grandes cuio sitio dijeron llamarse Enzima de la Barenosa y dizen el Pozo de Santa Librada [Sigüenza. Criminal. Año de 1754. Sobre la muerte de Pedro Sánchez alias boca negra // Guarda que fue del monte rebollar de esta ciudad. Pleitos criminales. Caja 376, expendiente nº 2, Archivo Real Chancillería de Valladolid]salieron para la Calera del Pozo de Santa Librada la Vieja, término de esta villa a la que llegaron a cosa de las dos a descantar dicha calera [Pelegrina. Criminal. Año de 1787. Autos de oficio de la Real Justicia. Sobre haverse undido la calera del Pozo de Santa Librada la Vieja, sita en término de esta villa. Notario: Dionisio Olier Martínez. Archivo Histórico Provincial de Guadalajara. legajo P2756]
Además del nombre de Pozo de Santa Librada, podemos apoyar todavía más la posibilidad de que el agua milagrosa bebida por la joven reina procediese de una de estos reservorios de agua, basándonos en una curiosa tradición [8] según la cual "una Reina se sentó una vez aquí" como justificación de la existencia de un par de árboles cuyo porte ha sido respetado en las periódicas cortas de leña en el monte del Rebollar. Están situados en el prado que rodea a la antigua Casa de la Guarda del bosque, en el Barranco de la Guardera, antiguo camino de Sigüenza a Pelegrina.
Resumiendo lo visto hasta ahora, tendremos que Salus Minerva o Minerva Medica recibía culto hasta el siglo IV de nuestra era en la población de Barbatona. Una vez desecrada, los restos de la escultura fueron a parar al Barranco de la Varenosa, en una de las múltiples masas de agua existentes en la zona, producto muchas de ellas de las diversas explotaciones mineras que se han desarrollado allí con el paso de los siglos.
Una de las varias lagunas más o menos perennes, cuya extensión varía con el nivel de las aguas freáticas, indicando el carácter de antiguo humedal de la zona. Al fondo la chimenea de la fábrica de "El Acierto". En numerosos lugares se suele aludir a el "Ojo de la Varenosa", que quizás se trate de uno de éstos afloramientos.
Otra en el Ojo de la Barenosa, dista un quarto de legua… norte con yermo, oriente con tierra de las Animas, al sur con un barranco y poniente tierra de Gerónimo Labrador [Finca de Julián Gil, en Catastro Marqués de La Ensenada, Haciendas de Legos, Pelegrina, 1752]
Transcurridos cerca de mil años, posiblemente se construyese un pequeño templo en la zona, cuyas ruinas han llegado hasta nosotros como la antigua ermita de Santa Librada, donde el agua de sus inmediaciones tenía propiedades curativas como las de la diosa. La dedicación de la ermita a dicha santa tenía especial relevancia en la época: ni más ni menos que sus reliquias eran las que sirvieron para la consagración al culto de la catedral de Sigüenza y constituiría por tanto la primera patrona de la ciudad, aunque todo lo que se sabe sobre las mismas anterior al año 1250 es muy conjetural. Es en dicho año cuando el papa Inocencio IV extendió una bula concediendo indulgencias a todos aquellos que visitasen las reliquias en la catedral de Sigüenza. Se desconoce si las reliquias de la santa estaban en la ciudad con anterioridad [9], y en caso de ser así, donde se cobijaban, aunque se ha propuesto [Attilio Bislenghi, op. cit. p. 51] la iglesia de Santa María de los Huertos, antigua parroquia de la Sigüenza Inferior [10]; mucha mejor opción podría haber sido la ermita dedicada a la misma en Pelegrina. Igualmente puede ser indicativo el hecho de que el obispo de Sigüenza escogiese como segunda residencia una localidad tan cercana como Pelegrina, quizás porque hubiese un punto de interés en sus inmediaciones que hoy no sabemos valorar.
Ese es el nombre con que se ha designado a dicho lugar desde los primeros testimonios conservados y que se suele interpretar en términos casi paisajísticos [11]. ¿No será lógica consecuencia de la razón por la que se pobló, ser hito de peregrinaje, aunque no propiamente la población, sino la ermita situada en sus cercanías?
Tan es así la clara asociación del nombre del lugar con el peregrinaje, que a lo largo del tiempo muchos lo han tomado por incorrección o vulgarismo, y lo han querido mudar a "Peregrina" [12], novedad que sin embargo no ha prosperado. El término "pelegrina" parece referirse al peregrino de sexo femenino [13] o escrito como "pellegrina", en italiano, prenda a modo de corto manto que cubría los hombros de los peregrinos y que todavía hoy viste el Romano Pontífice [14]. Recordemos que Barenosa significa en italiano "marisma" o "bancos de arena" [15], por lo que no es descabellado pensar que individuos procedentes de la península itálica o su zona de influencia fueron los fundadores y primeros pobladores del lugar tras su reconquista [16].
Peregrino del s. XIV, representado por Andrea de
Florencia en
la Capilla Española de Santa María Novella
Quizás fruto de la pura casualidad, pero la propia historia de Minerva, a través de su original griego Atenea narrado por Homero, presenta como el primer episodio de intervención de la diosa en el mundo de los mortales una treta en la cual la diosa se hace pasar por viajero o peregrino. Estos estaban bajo la especial protección de Zeus, y por lo tanto era obligado acogerlos, alimentarlos, hospedarlos y una vez cumplidos dichos requisitos, preguntarles el motivo de su viaje [17]. El propósito de dicha intervención divina camuflada era ayudar a Ulises, para lo cual aparece disfrazada de viajero ante la puerta de su palacio.
De un gran salto dejando las cumbres olimpias posóse en la tierra itaquesa, de frente a las puertas de Ulises y al umbral de su casa, empuñando la lanza broncínea y en figura de un huésped, de Mentes, señor de las tafios. (Canto I, estrofa 105) [18].
Esta asociación de Minerva con el carácter de peregrinante era un lugar común clásico como nos lo recuerda la siguiente frase erudita, que juega con Minerva como diosa del saber y Marte de la guerra.
Porque Minerva anda peregrina por la tierra, según el impulso que le dan las violentas agitaciones de Marte[19]
El mismo Ulises, cerca del desenlace de su historia, recurre a la misma artimaña, presentándose como un pobre peregrino en su propia casa, donde será reconocido por su antigua nodriza antes que por su esposa. Notemos la similitud del sombrero (petasos) que porta en la imagen con los gorros empleados por los peregrinos casi 2000 años después.
Ulises reconocido por su nodriza Euriclea
Uno de los robles respetados en "el lugar donde se sentó la Reina", lugar adecuado para hacer un alto en el camino
Nótese que todos los emplazamientos de ermitas de Santa Librada (Santa Librada de los Rebollares o de la Guardera en Pelegrina, Santa Librada la Vieja en Valdecán, con la Fuente del Moral y Santa Librada en el paraje de Los Chorrones) han estado siempre asociados a manantiales de agua, al igual que el Santuario de la Virgen de la Salud de Barbatona. Y quizás aquí estribe el motivo del nombre de Pelegrina. La combinación de abundante agua con una ermita a la vera del camino que se dirigía a Sigüenza y que en algún tiempo hubiese albergado las reliquias de una mártir como Librada debió constituir sin duda un reclamo formidable para los peregrinos que se dirigiesen a Santiago de Compostela, para fortalecer su fe y descansar el cuerpo.
Afloramientos de agua en el Barranco de la Barenosa
Finalmente, ya hemos comentado que el templo de la Virgen de la Salud en Barbatona [20] y la ermita de Santa Librada de la Guardera estaban asociados a la parroquia de Santiago el Zebedeo de Sigüenza, de antigüedad comparable a la de San Vicente Mártir. Es en el tímpano de la portada románica de esta iglesia cuando se añade un medallón renacentista, donde aparece el Apostol Santiago mostrando una indumentaria de peregrino inconfundible, como único elemento figurativo de la fachada. ¿Otra casualidad más?
[1] N XVI- Año 1307- 22 de diciembre – Cambio de una viña en término de Rafagan por otra en Pelegrina. En Toribio Minguella y Arnedo, Historia de la Diócesis de Sigüenza y de sus obispos, Madrid 1912, tomo II, página. 386
[2] Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Editorial Espasa-Calpe, Tomo II, Madrid 1908, página 234
[3] Mauricio Jalvo Millán, Vademecum del albañil y contratista, Madrid 1914, página 360
"Ladrillos prensados. Son relativamente modernos. Su fabricación es esmerada y las tierras escogidas, lo cual hace tengan color uniforme, desde un rojo oscuro a un amarillo claro, casi blanco: hay de todos los tonos, según sitios y fábricas. En Pelegrina, hay una fábrica, hoy cerrada, que los produjo completamente blancos".
[4] Julio Aróstegui Sánchez, Los combatientes carlistas en la guerra civil española 1936-1939, Tomo II, Madrid 1991, página 217
[5] Francisco Layna Serrano, Historia de la villa de Atienza, Guadalajara 2004, página 430
[6] J. A. Marco Martínez, Diversos aspectos del culto a Santa Librada en Sigüenza, Anales Seguntinos, nº 12, 1996
[7] "Por tanto, no se puede añadir mucho a la certeza de que existió una joven por nombre Librada y que sufrió martirio por no querer renunciar a su propia fe". En Attilio Bislenghi, Luces y sombras: mil años de amor a Santa Librada, Sigüenza 2003, página. 51
[8] Noticia proporcionada por Diego Moreno.
[9] Los intentos de explicar la procedencia de las reliquias son tan complicados como los que intentan clarificar la verdadera biografía de la santa. Para una recopilación de los mismos, véase Attilio Bislenghi, Luces y sombras. Mil años de amor y devoción a Santa Librada, Sigüenza 2003.
[10] Actual ermita de Nuestra Señora de los Huertos, en el Paseo de la Alameda
[11] Dos textos que hacen derivar el nombre del pueblo de la belleza del paraje donde se asienta, aunque con matices bien distintos:
[12] Pascual Madoz, Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones en ultramar. Tomo XIV. Madrid 1849, p. 391
[13] Pelegrino, na. 1. m. y f. vulg. p. us. peregrino. Diccionario Real Academia Española, 23ª edición
[14] Pellegrina , sf. Corto mantello, talora di tela cerata, usato un tempo dai pellegrini. – In partic.: mantellina, pero lo piú di uso femminile, indossata sopra alti abiti (e puó anche essere fissata a giache o cappotti). Carena, 2-34: ‘Sarrocchino’: specie di cortissimo mantelleto che cuopre le spalle e parte delle braccia, a modo di quello del pellegrini. In alcuni luoghi chiamanlo pelelgrina. Bresciani, 6-X-107: Andó a un rigattiere, comperó due capppellacci, due pellegrine di tela incerata. … [Salvatore Battaglia, Grande Dizionario Della Lingua Italiana, Unione Tipografico-Editrice Torinense, 1971]
[15] Vocablo italiano. Ofrezco dos definiciones, con matices distintos.
Baréna, sf. Dial. Spazio di terra che emerge dalle acque della laguna: sparso d’erbe, rimane a pelo d’acqua, ed è somerso soltanto al tempo della grandi maree. = Voce usata nel litorale adriatico (Venezia e Romagna); docum. Fin dal 1306, in relazione con la voce venez. baro ‘terreno incolto’: di origine, forse, prelatina. [Salvatore Battaglia, op. cit.]
Barena s.f. ven., romagn. [av. 1869; dal gall. barros "cespuglio erboso"] fondo lagunare che emerge per lungo tempo con la bassa marea e in cui si puo sviluppare la vegetazione.[Tullio de Mauro, Grande Dizionario Italiano dell’uso, Unione Tipografico-Editrice Torinense, 2000]
[16] Quizás sea mera coincidencia, pero buscando poblaciones homónimas encontré una llamada Pellegrina, situada igualmente en la zona origen del término "varenosa". Se encuentra en el norte de Italia, provincia de Verona, región de Véneto, perteneciendo a la comunidad de Isola della Scala. Al igual que en el resto de la región, ya desde tiempo de los romanos era conocida por sus lagunas y cenagales, habiéndose transformado dichos humedales en campos de cultivo de arroz, que goza de merecida fama. En el emblema de Isola della Scala incluso se hace referencia a dicho carácter pantanoso, mediante la representación de aneas (emblema obtenido de Wikipedia).
[17] Julia Bolton Holloway, The Pilgrim and the Book. A study of Dante, Langland and Chaucer, Auro Anello Books 1992, p.1
[18] Homero. Odisea. Traducción de José Manuel Pabón, Gredos 2000, p. 4
[19] Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, Obras escogidas del padre fray Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, Biblioteca de Autores Españoles, Madrid 1863, tomo II, p. 92
[20] Sirviendo la Vicaría de Santiago (a que se dice anexa la parroquia de Barbatona) en "Manifiesto de la justicia y prudente conducta del Señor Obispo de Sigüenza en el compromiso con su Ilustre Cabildo sobre varios puntos principales, tocantes a la Dignidad de la Mitra y salud espiritual de su Rebaño", sin fecha, pero siglo XVIII, página 44
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