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Marcos Nieto, enero 2013
Fragmento aparecido en la proximidades de la fábrica abandonada de "El Acierto" el 12 de abril de 2008. (¡No, la pluma no es lo que encontré!)
Hace ya un tiempo, a principios de 2008, mientras recorría las proximidades de la antigua fábrica de cerámica "El Acierto" en término de Pelegrina, enfrascado en otros asuntos, decidí ir más allá de la zona de influencia propiamente de la fábrica y su Colonia Industrial y adentrarme en su extrarradio. Allí la cantidad de restos de cerámica procedentes de dicho complejo fabril decae mucho, y pude ver un fragmento del cual no he encontrado otro similar en el lugar (donde todo se encuentra repetido infinidad de veces, gracias a la fabricación seriada de cerámica) y que expongo aquí como suelo hacer para recabar opiniones.
En las cercanías de donde apareció se encuentra una curiosa estructura de piedra en forma de herradura, de gruesos muros y semienterrada en el suelo y que apenas levanta del mismo, cuyo extremo abierto se yergue sobre un talud, adquiriendo la tierra en torno al mismo un color oscuro, denotando quizás la presencia de abundantes cenizas/escorias (véase el aspecto del suelo bajo los pies de la chica que aparece en la figura). La estructura se yergue próxima al eje central del vallecillo, y por lo tanto cercana al agua. Aparenta ser el resto de un horno bastante antiguo, desde luego anterior al nuevo que se construiría a finales del XIX en sus proximidades y que todavía subsiste.
Vista lateral de la estructura semienterrada, que se descubre cuando se inicia el talud en cuyo borde se levanta.
Vista semifrontal de la estructura anterior. El lento avance de la erosión ha comido el terreno al que se abría la embocadura del hipotético horno.
El fragmento cerámico como tal es pequeño (su dimensión mayor es de 61 mm), de geometría plana, aparentemente fabricado con un molde (una de sus caras es lisa), con un espesor que alcanza su mayor valor en un reborde de 9 mm, pero que aparenta reducirse mucho en el interior. Se trata de barro cocido, de una tierra de color muy claro, y en la fractura que lo recorre se aprecia un pequeño agujero. Ofrecemos una visión de ambas caras del fragmento. La decoración es greco-latina, de buena factura, sin poder precisar si se trata de una pieza original de época o una imitación de finales del siglo XIX o comienzos del XX. Excuso decir que busqué afanosamente por las inmediaciones, para encontrar como es norma allí otros fragmentos correspondientes a dicho patrón de fabricación, pero no encontré nada similar. Tampoco en la compilación de fragmentos cerámicos de variada cronología, aunque en general muy posterior a la época a la que estilíticamente se adscribe el fragmento cerámico que presentamos, realizada por Juan Castillo Ojugas [1].
A mi personalmente me sugiere que formase parte de una pila de agua bendita o un exvoto, al tratarse de un elemento pensado para estar suspendido en posición vertical de una pared, fijado por un clavo o cordel; su grosor excesivamente escaso lo haría frágil, incluso para ser un azulejo. Ambos elementos ‐pilas de agua bendita y exvotos‐ se solían fabricar en materiales baratos, siendo la cerámica uno de ellos. Las pilas de agua bendita "de pared" son propias del siglo XVII y épocas posteriores, estando siempre vidriadas. En cuanto a los exvotos de terracota, a éstos no se les aplica vedrío, siendo muy abundantes y variados desde épocas remotas. La hipotética presencia de un santuario romano dedicado a Minerva Médica en el lugar y, trascurrido el tiempo, la primera de las ermitas de Santa Librada, indica que pudieron existir exvotos en el lugar, aunque no se trate de nuestro fragmento.
Haz.
Envés.
El contexto histórico del sitio es inusualmente rico. Como tal, parece ser que fue lugar de asentamiento de alfares desde muy antiguo, y consta que constituía una población ya en el siglo XIV, cuando aparecen individuos que se declaran oriundos del lugar de La Varenosa. Seis siglos después, se asentará en el lugar una fábrica de cerámica de tipo industrial (ladrillos, tejas, adoquines), que acabaría haciendo algunas incursiones en una cerámica más decorativa (fundamentalmente tiestos de grandes dimensiones) ya al final de su existencia, cesando su producción a principios del siglo XX.
Con el avance de los trabajos de extracción de arcilla, en 1895 aparecieron en el lugar los únicos hallazgos romanos de importancia en la zona de Sigüenza. Ni más ni menos que un importante conjunto de elementos escultóricos de bronce, los restos de tres importantes estatuas (una escultura ecuestre, un individuo togado y una diosa Minerva), de las cuales únicamente ha pervivido hasta nuestros días la última de ellas por haber extraviado el Museo Arqueológico Nacional el resto.
Añadamos a esto la presencia en su inmediata cercanía de las ruinas de la más antigua de las ermitas dedicadas a Santa Librada ‐patrona de Sigüenza‐, con un pozo sagrado de virtudes milagrosas en sus inmediaciones, donde en el siglo XIX buscó la reina María Josefa de Sajonia (1803-1829) remedio para su infertilidad y tendremos un cuadro completo para lo que hoy en día es un descampado.
Al igual que la cerámica industrial producida en este lugar se encuentra con relativa facilidad en antiguas construcciones, es posible que si este fragmento denota una incursión de la fábrica de "El Acierto" en un tipo de cerámica mucho más fina y delicada, nos acordemos de haber visto algo similar. Hemos recabado para estas páginas la opinión del arqueólogo Guillermo García-Contreras, la cual resumimos a continuación.
Se trata de una estela discoidea elaborada en cerámica, presumiblemente con forma rectangular, ángulos curvos y hombro hasta el remate superior, que es la parte que se conserva. En el remate hay una imagen geométrica, a modo de rueda de seis radios curvos sinistrorsos, encerrada en una doble circunferencia. Se suelen referir a él como "disco solar". Este tipo de piezas suelen estar asociadas a entornos funerarios, siendo frecuente su aparición en distintos momentos desde el final de la Edad del Hierro hasta la época altomedieval. Las variaciones en el tiempo se pueden detectar por los cambios en el motivo que encabeza la pieza. Las figuras cruciformes se rastrean desde el siglo IV como muy temprano. Las figuras como esta, con esa rueda de radios curvos en "S", girando sobre sí misma, es un motivo muy habitual en época romana, en concreto entre el siglo II d.C y el siglo III d.C.. No obstante, como motivo ornamental, se repite a lo largo del tiempo, por ejemplo en las ventanas de ciertas iglesias románicas o mozárabes. El problema que veo para adscribir con total seguridad esta pieza a ese periodo es el hecho de que esté hecha en cerámica, por un lado, las dimensiones, que me parecen demasiado pequeñas, y otros detalles como el "hombro" que presenta y el agujero en el centro. Dado que apareció en el paraje conocido como El Acierto, según tengo entendido, y puesto que se documenta aquí una antigua fábrica de cerámica, es posible que se trate de una imitación de piezas romanas originales. Eso explicaría el agujero que presenta en el centro, que parece previo a la cocción del barro y por lo tanto pensado para la pieza original. Es posible que se trate de una imitación de las estelas funerarias romanas, fabricada a propósito en un tamaño menor, hecha con fines ornamentales y decorativos. Quizás, es sólo una suposición, sabiendo del hallazgo de piezas romanas por los alrededores, en la fábrica decidieran copiar alguna pieza original que conocieran. Es sólo una suposición, evidentemente, sin ningún tipo de fundamento.
Un ejemplo de estela romana aparecida en la península con un motivo similar sugerido por dicho autor es el siguiente:
Estela romana en piedra aparecida en Villar de la Yegua (Salamanca). Datada entre finales del siglo II d.C. y principios del siglo III d.C.
Estela funeraria de Petelio Paterno. Clunia (Peñaranda del Duero). Siglos I-II
[1] Juan Castillo Ojugas, Investigación histórica y etnográfica del complejo industrial alfarero de La Pelegrina, Diputación de Guadalajara, 2006