La programación del Patio de Comedias

Diego Velázquez, Pablo de Valladolid, 1635, Museo del Prado, Madrid

Bueno, el título de está página es un tanto ambicioso, pero de ilusión también se vive. Como siempre, habrá que conformarse con referencias mas o menos vagas a los espectáculos que se representaban en la ciudad antes y después de la construcción de semejante recinto.

Un conjunto documental muy interesante que cobija el Archivo Municipal de Sigüenza son los Libros de Actas de Sesiones, que se remontan hasta el siglo XVI. En ellos encontramos referencias a representaciones teatrales, generalmente muy escuetas, pero que nos permiten realizar alguna deducción que otra (la referencia de divide en L(egajo), fol(io)). En ellos se habla en términos de la unidad básica de cuenta, el maravedí (mrs.), luego el real (34 maravedís) y el ducado (375 maravedís).

A partir de dicha fecha parecen cesar las referencias a la contratación de comediantes, no así de toros, que aunque eran exorbitantemente mas caros, se ajustaban mas a lo agrio de los tiempos y al progresivo avance de la crisis económica que poco a poco va degradando la ciudad y su vida económica y cultural. Si continuaron representándose obras teatrales, no parece que fuese ya a cargo del presupuesto del ayuntamiento. En todo caso ya no se nos informa al respecto de autores o compañías contratadas, al revés de los espectáculos taurinos, donde se nos siguen proporcionando detalles sobre su contratación, aunque disminuidos.

Llaman la atención en los apuntes una serie de detalles:

• preferencia por artistas locales, aunque únicamente fuese porque gravaban (cotizaban) sus impuestos a la Hacienda Local
• en algunos casos parecen ser los propios vecinos los que representan las obras teatrales
• en 1610 aparece la prohibición expresa de que se canten letras en las danzas, lo que parece querer evitar letras satíricas o inconvenientes
• finalmente parece que existen problemas para conseguir que las compañías teatrales recabaran en Sigüenza, signo evidente del atraso en que se iba sumiendo la ciudad. En algunos años se renuncia directamente a su celebración, sustituyéndose por danzas.

La primera representación en el mismo[1]

El 21 de febrero de 1619 el Cabildo vendía al Hospital de San Mateo las casas caídas y siete meses mas tarde se contrataba a una compañía itinerante de teatro para las primeras representaciones en el mismo. Esto nos da una idea de que el acondicionamiento de las casas caídas debió de ser mínimo: derribo y desescombro, pavimentar, construcción de escena y estrados y quizás alguna edificación auxiliar del tipo camerinos.

En la ciudad de Sigüenza, a quince días del mes de Septiembre de mil y seiscientos diez y nueve años, ante el señor Juan de Aguilera, alcalde ordinario en esta ciudad por el estado de hijosdalgo pareció Juan Jorge de Salazar, autor de comedias que reside al presente en esta ciudad y dijo ha venido con su compañía para representar en la dicha ciudad y el patio que nuevamente se hace por el hospital de San Mateo de esta ciudad para lo cual dijo que manifestaba y presentaba ante su merced pedía y pidió licencia para representarlas

Aquí tenemos un dato curioso: el constructor del Patio de Comedias era el Cabildo, como gestor del patrimonio del Hospital de San Mateo. Sin embargo, el representante teatral ("autor de comedias") se veía obligado a pedir licencia para representar comedias en el mismo al Ayuntamiento, y ante el escribano (Agustín de Cetina) que había sido comisionado por éste último para defender sus intereses frente al Cabildo. Quizás para entonces ya se habían decidido a firmar las paces dichas instituciones.

El corral de comedias debía ser muy simple como hemos apuntado anteriormente, pues carecía de un lugar donde poder hacer privadamente los ensayos de las funciones, o a resguardo de las inclemencias atmosféricas. Así, tenemos constancia[3] de que en 1693 los ensayos se realizaban en la ermita de San Juan Bautista, que entonces consistía en un gran salón de uso no litúrgico (Palacio de Señor San Juan), al cual se encontraba adosada una pequeña iglesia, que con el tiempo se convertiría en la capilla de San Andrés.

un salón que llaman Palacio que hay dentro del sitio y espacio que coge la casa que está en la dicha ermita, que todo se manda por la puerta principal de la dicha ermita, y el testigo no sabe si el dicho salón o palacio es lugar sagrado, porque ha visto en el ensayar algunas danzas y comedias, y así es notorio en esta ciudad, y especialmente a los vecinos del contorno de la dicha ermita

¿Qué tipo de comedias se representaban?

Nada sabemos al respecto: únicamente podemos conjeturar. Sin embargo, la compañía de teatro que estrenó el Patio de Comedias de la calle Domingo Abad aprovechó para cerrar tratos para su próximo compromiso: las fiestas de Ágreda (Soria). Lo hacen un 24 de marzo de 1620 en Sigüenza -esto es, llevaban 5 meses con centro de operaciones en dicha ciudad- ante el mayordomo de las Fiestas del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora y se comprometen en firme a representar dos comedias el día del Corpus Christi (auto sacramental) y otras dos al sábado siguiente, debiendo dichas comedias de ser buenas y diferentes una de otra. Por lo que se deduce lo obvio: se primaba la calidad y la variedad, valorándose mucho el carácter de "estreno" y recelando de "reposiciones". Tenemos noticias de que se realizaban dos representaciones diarias, debiendo terminar antes del anochecer.

José Antolínez (Madrid 1635-1675). Posible retrato de un actor. Budapest, Szépmuvészeti Múzeum.

Proporciona ingresos al Hospital de San Mateo

Los Libros de Contabilidad del Hospital nos proporcionan noticias de los ingresos que proporcionaba el Patio de Comedias a la fundación. Para asistir a las representaciones en el Patio de Comedias se cobraba entrada, cuyo precio variaba según lo cómoda y bien situada que estuviese la localidad escogida. No nos ha llegado noticia del precio de las localidades, pero es de suponer que fuesen lo bastante elevadas como para ocasionar que determinados individuos contemplasen la función subidos a los tejados colindantes con el consiguiente deterioro de los mismos.

Recogemos aquí algunos de dichos apuntes de contabilidad[7], en el epígrafe "Cargo de Maravedís".

Notemos como las compañías pagaban por el alquiler del teatro la cuarta parte de la entrada recaudada, como muy claramente se nos informa en los años 1653-56. En fechas mas avanzadas se aprecia que la frecuencia de las representaciones disminuye mucho, mientras que su uso como bloque de apartamentos estaba perfectamente establecido.

Los alquileres de los aposentos presentaban una curiosa característica: en algunos casos su precio variaba según hubiese representaciones o no. Así tenemos el caso del canónigo Roque Amador [10], que alquiló en 1693 el aposento número 11 "por precio y renta de los años que durare esté arrendado de tres ducados de vellón el año que hubiese comedias y ducado y medio el año que no las hubiere". Vamos, que el año que se celebraban comedias se duplicaba el alquiler, lo que por una parte nos indica que la celebración de los espectáculos teatrales flaqueaba (podía transcurrir un año sin los mismos) y que seguramente los aposentos tendrían ventanas al patio de comedias que se podrían realquilar, de aquí su interés. Otros aposentos con poca o nula visibilidad de la escena no contenían dicha cláusula, pues ese mismo año, al escribano Juan de la Fuente [11] se le alquiló el aposento número doce "por dos ducados de vellón que aya que no aya comedias en dicho patio".

Tenemos el caso curioso del Colegio de San Antonio que tenía arrendado un aposento reservado para sus colegiales "que han acostumbrado poner y se ponen los collegiales de este dho colegio para oyr las comedias y demás festexos que se suelen hacer en dicho patio de comedias". En el mismo documento [12] se nos informa la enorme fluctuación del alquiler de dicha estancia según hubiera o no festejos: ¡de 100 a 2,5 ducados de vellón!

Es de suponer que algunos de los espectáculos ofrecidos en dicho recinto teatral tuvieran unos espectadores fieles y agradecidos: los propios niños expósitos del Hospicio, sus vecinos. Las funciones de títeres y equilibristas antes reseñados seguramente harían las delicias de los pequeños, mientras se repartían dulces y regalos entre ellos, como en 1602, cuando se consignan "1267 mrs que pareció haber gastado en regalos para niños extraordinarios por menudo" en los Libros de Contabilidad del Hospicio.

Anunciando las representaciones

Además de los consabidos pasquines que se fijaban en las paredes anunciando las actuaciones (costumbre que se mantiene aún hoy) había otros modos de anunciar las actuaciones, como la noticia de un joven integrante de una compañía de comedias de un tal Francisco Londorio, que desafió una prohibición de representar funciones teatrales en la ciudad dictada por el obispo y señor de la ciudad, y que iba tocando el tambor por la calle para convocar a los vecinos [13].

llevaron preso desde junto al conbento de monjas de Santiago a el Palacio de su Señoría Ilustrísima a un mozo de la dicha compañía de Comedias que yba tocando un tambor para conbocar los vezinos fuesen a las comedias (sesión del 20 de mayo de 1703)

Generalmente era criados de las compañías teatrales los encargados de ir anunciando las representaciones en las localidades, tal y como se nos cuenta en el siguiente episodio ficticio (ni más ni menos que protagonizados por Don Quijote y Sancho Panza en la Plaza Mayor de Sigüenza, en la versión apócrifa de Avellaneda) [14, página 177].

Llegose Sançho sin dezir palabra a nadie a la audiencia, y començó a pegar en sus mismas puertas un papelón de aquellos, pero un alguazil que estava detrás del Corregidor, viendo fijar a aquel labrador en la audiencia un cartel de letras góticas, pensando que fuesen papeles de Comediantes, se le llegó, diziendo, que es lo que aquí poneis hermano, soys criado de algunos comediantes: Respondió Sancho, que Comediantes o que no nada, esto que aquí se pone majadero no es para vos, que más alto pica el negocio...

Por cierto que Sancho también acabaría en la cárcel, como el tamborilero que antes hemos reseñado.

Mejorando la imagen

Como  es bien conocido, la profesión de actor estaba mal vista, y una aureola de dudosa moralidad rodeaba a sus integrantes. Esta imagen preconcebida era muy dañina para la profesión, por lo que con el tiempo se tomarían medidas para integrar mejor dichas compañías en la sociedad en la que servían:

• institución de las Compañías de Título, con reconocimiento oficial, contrapuestas a las Compañías de la Legua, de inferior calidad, que como su nombre indica no podían representar a menos de una legua de los grandes núcleos urbanos

• constitución de una cofradía de actores, bajo la advocación de la Virgen de la Novena, en la cual únicamente eran admitidos actores integrados en las Compañías de Título, como garantía de profesionalidad de sus miembros. Una de sus representaciones mas logradas y antiguas de dicha advocación se puede admirar en La Virgen de la Novena (enlace externo).

A continuación veremos como una de dichas compañías hace su presentación frente al Ayuntamiento de Sigüenza en la sesión del 14 de Junio de 1716 [15] , argumentando el fin piadoso del mantenimiento de las capillas de su cofradía como el motivo de su interés por el teatro. ¡Ingeniosa excusa!

En esta junta se hizo relazión por el señor procurador general como por parte de Antonio de Lorrebaga, autor de Comedias que se halla en esta ciudad se le a entregado un despacho de Don Juan Ramírez de Vaquerano (?) Cavallero del horden de Calatrava, del Consejo y Cámara de Castilla de Su Magestad (q.d.g.) protector de los corrales de Comedias y representantes del Reino, ynclusa en el una real zédula por la qual se conzede facultad y lizencia al Gremio de Representantes para que puedan componer las compañías que les pareziese para que estas puedan representar en las ziudades villas y lugares de estos reinos esto por quanto la dicha compañía y gremio tienen fabricadas a sus expensas  en diferentes iglesias doze capillas con el título y vocación de Nra. Sra. de la Nobena, las quales carezen de la asistenzia para su culto, prozedida de la falta de compañías cómicas que fazilititavan con su aplicación los medios para su cumplimiento y permanenzia y para que esto subsistiese se les conzedió la facultad de poder formar dichas compañías para que estas puedan respresentar en las ziudades villas y lugares de estos reinos por lo que se libró dicho despacho para que lo pudiesen ejecutar libremente el dicho Antonio Lorriaga Autor y Su Compañía por quien se pide y suplica que por esta ziudad se les conzeda lizencia para poder representar en ella, la qual ponía en notizia de su mercedes para que determinen lo que pareziese. 

Algo de glamour

No es de ahora el interés que suscita entre el público la vida privada de los actores, que hoy ocupa por doquier espacios periodísticos, radiofónicos, televisivos, etc. constituyendo todo un género denominado "Prensa del Corazón". También en Sigüenza se daba algo de esto, donde veremos a obispos y miembros de la nobleza concediendo privilegios u honrando con su presencia a bodas de actores [8], que exhiben con orgullo su condición de comediantes.

En la ciudad de Sigüenza a veinte y siete dias del mes de julio de mil seyscientos setenta y tres años yo el cura theniente después de aver precedido moniciones y de ellas no aver resultado impedimento alguno y en la otra aver dispensado el Señor Obispo asistí a los consentimientos que en su presencia se dieron de presente Toribio de la Vega, viudo de ana María de Rojas, autor de las comedias que al presente ay en la ciudad y de la otra parte Josepha Nieto, viuda de Antonio Mata, de la propia compañía. Fueron testigos a dicho matrimonio Joseph de Medina y Joan de Ulson, sacristán con todos los demás comediantes y por la verdad lo firmé. (al margen: Toribio de la Bega y Josepha Nieto. Presentaron información de como eran solteros ante el señor Provisor)

Lo que puede resumirse así: un empresario teatral, quizás hasta autor de alguna obra que el mismo representase, se casa con una actriz de su compañía, aprovechando que ésta se hallaba ofreciendo representaciones en la ciudad en dichas fechas. La boda tiene por testigos al conjunto de comediantes de la compañía de teatro. Sin duda una escena curiosa. También lo es la siguiente boda, a la que asiste el Conde de Monterrey.

En la ciudad de Siguença en dicho dia diez de agosto de mil i seiscientos setenta i ocho años bele in facie eclesie de la parroquial de San Pedro de esta ciudad por constar estar casados (Por letras que mostro el Doctor Don Geronimo Vilanas Alastuez, canónigo de la insigne colegial iglesia de los Santísimos Corporales de Daroca del Reino de Aragón i oficial eclesiástico de la dicha ciudad en el arzobispado de Zaragoza) a Matheo de Nabusa [en el encabezado aparece como Navasso], comediante, bezino de la ciudad de Zaragoza, con María de la Ò i Bustamante, comedianta,  natural de la ciudad de Sebilla. Fueron testigos el excelentísimo Señor Don Juan de Mingo de Ala. Aragón i Guzmán, Conde de Monterei i  el  [..] Doctor Don Martín.... (al margen: Matheo de Navasso y María de la Ò)

Toda esta actividad debió favorecer alguna vocación teatral entre los lugareños, tanto de empresarios como de actores. Este sería el caso[9] de la actriz Gerónima de Cardamo Salcedo y Zúñiga,  oriunda de Atienza, que debutó en la compañía de su padre Gerónimo de Cardamo  y luego en la del que con el tiempo sería su esposo, Martín de Mendoça. 

Ochenta años mas tarde sigue en activo

En 1702 encontramos[4] consolidado al Patio de Comedias, tanto es así, que la calle había mudado de nombre: de Domingo Abad a Comedias.

...al dicho D. Francisco García de Quiñónez nuestro sobrino de unas casas principales en esta dicha nuestra ciudad en la calle que llaman de las Comedias, frente del corral y patio donde se representan, que era de (perdido) quien las fabricó y labró las cuales (perdido) de el D. D. Luis de Villa y Liaño...

Asimismo, en otro lugar[6] se nos informa que la calle Comedias antiguamente se llamaba calle de Antonio Gómez

sobre una cassa  que tenia en esta ziudad en la calle que llamavan de Antonio Gomez que aora (1673) se dice la calle de las Comedias

Uso militar del recinto

Como muchos edificios públicos de la ciudad, el Patio de Comedias sirvió para alojamiento de soldados propios o prisioneros ajenos durante la Guerra de Sucesión (1702-1713).

los jefes de dicho reximiento determinaron se aloxen todos los dichos jefes exzepto los soldados que esos se pongan en las casas de la ziudad, corral de el pósito y el de las Comedias como pareciere más combeniente por evitar otros aloxamientos, respecto de allarse los vecinos muy pobres y faltos de camas por estar en la Villa de Atienza campo Real muchos días a el paso y tránsito de Su Magestad (Actas Municipales, Junta 20 de julio de 1706, Archivo Histórico Municipal de Sigüenza)

El regimiento de Vitoria deja en la ciudad 113 enfermos a la espera de que lleguen más, se reparten entre el Hospital de Ntra. Sra. De la Estrella, Patio de las Comedias, Ermita de San Cristóbal. (Actas Municipales, Junta 16 de mayo de 1707, Archivo Histórico Municipal de Sigüenza)

Entradas como las anteriores se repiten con bastante frecuencia en dichas fechas. Este uso de "local para todo" que se le daba al Patio de Comedias no podía redundar sino en un rápido deterioro, como nos informa el texto siguiente.

Como los regimientos que se han tasado en la casa de María de Carrascal donde estuvieron acuartelados los prisioneros de Játiva han importado 195 reales y asi mismo los daños que se hicieron en el patio de las comedias donde estuvieron acuartelados los susodichos se tasaron en 24 reales y todos juntos 219 reales y que según lo pactado el dean y cabildo, a cuyo cargo y admón. están dichas casas debe dar satisfacción de dicha cantidad por la obligación en que estuvo la ciudad de dar cubierto a dichos prisioneros según orden de su alteza real el Duque de Orleáns.
Asimismo se presenta memorial de gastos en agasajo al capitan comandante de las guardias de su majestad, bagajes forasteros , berederos y guias para seguir su viaje el qual memorial importa 206 reales y 6 maravedis. (Actas Municipales, Junta 23 de enero de 1708, Archivo Histórico Municipal de Sigüenza)

EL FINAL DEL PATIO DE COMEDIAS

Bibliografía

[1] Archivo Histórico Provincial de Guadalajara, Sección de Protocolos. Notario: Pedro de Andrés. Legajo 2020. Año 1619(folio 158)

[2] Archivo Histórico Catedral de Sigüenza, legajo 259 Libro de maravedís de memorias y de censos redimidos y otros maravedís y bienes empleables en esta Santa Iglesia de Sigüenza (pag 130 vuelta)

[3] Inmunidad eclesiástica por haberse sacado y extraído a Benito Balladares vecino de Sigüenza de una callejuela, en que hay una pared de la ermita de San Juan Bautista, Sección Civil, 1693, Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza

[4] Archivo Histórico Catedral de Sigüenza, legajo 87 Donaciones. Esta es del Ilustrísimo señor obispo Don Francisco Álvarez a favor de su sobrino de una casa que este donó después de la fundación de la Salve, 21 abril 1702

[5] Archivo Histórico Municipal de Sigüenza, Legajo 25, folio 253

[6] Sin título. Sección Civil. Legajo 1673-3. Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza

[7] Cuentas del Hospital de San Matheo. Año 1606 al de 1642. Archivo Histórico Catedral de Sigüenza

[8] Libro de los Casados de esta Sancta Yglesia Parroquia de Señor San Pedro siendo capellán Mayor el Doctor don Pedro de Anguita. Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza. Fondos Parroquiales: San Pedro de Sigüenza

[9] Doña. Gerónima Cardano y Zuñiga, comedianta, pretende los dotes que en Atiença fundaron Anto. Salcedo y Diego de Alcantara. Atienza 1676 (documento 12-6). Sección Civil. Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza

[10] Arrendamiento de un aposento para comedias. 28 de mayo 1693. Notario: Juan de la Fuente, signatura P2075, Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

[11] Arrendamiento de un aposento para comedias. 12 de mayo 1693. Notario: Juan de la Fuente, signatura P2075, Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

[12] Arrendamiento de un aposento en el patio de comedias. 30 de abril 1698. Notario: Juan de la Fuente, signatura P2080, Archivo Histórico Provincial de Guadalajara

[13] Acuerdos capitulares celebrados por esta ciudad de Sigüenza en sus ayuntamientos i Juntas desde le día quatro de henero de 1702 asta el 27 de noviembre de 1706, Legajo 33, Archivo Histórico Municipal de Sigüenza

[14] Alonso Fernández de Avellaneda, Segundo Tomo del Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha, Tarragona, en casa de Felipe Roberto, año de 1614

[15] Actas concejiles, legajo nº 35. Archivo Municipal de Sigüenza.

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