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Juan de Cámara, en nombre de Mateo Blanco, vecino de esta ciudad y preso en la cárcel pública de ella y en virtud de su poder que en debida forma presento; ante V. M. pareciendo como mejor en derecho proceda: Digo que hallándose mi parte retraído a lugar sagrado, a causa de haberle mandado poner preso Don Juan Vigil, alcalde ordinario de esta ciudad, sobre algunas palabras que dice tuvo con Domingo de Brihuega, escribano de las Rentas Reales de ella, Manuel Ramos y Francisco del Valle, alguaciles de dicha justicia real, en el día cuatro del corriente entre cinco y seis de la tare, en fuerza, violencia, rasgándole sus ropas y tirándole de los cabellos, le extrajeron y sacaron de las escalas y gradas del atrio de la Santa Iglesia Catedral de esta ciudad y le pusieron preso en la cárcel pública de ella con un par de grillos, en donde se mantiene, causando en lo referido dichos alguaciles grave y público escándalo, por el gran concurso que había de gente, quebrantando y violando en la referida extracción la inmunidad de dicha Santa Iglesia por lo que a V. M. pido y suplico que habida información, in continenti ofrezco con citación de dichos alguaciles y de Don Juan Vigil (siendo necesario) resultando la verdad de la narrativa se sirva ante ommnia y por el remedio mas sumario y favorable de derecho, restituya y reintegrar a dicha Santa Iglesia en la posesión de su inmunidad y a mi parte de ella, y a dichos alguaciles por violadores y extractores de la inmunidad eclesiástica condenarles en las mayores y mas graves penas en que hayan incurrido por derecho, mandando por ahora ponerlos presos en la cárcel de este tribunal y embargarles sus bienes, y asimismo librando sus despachos con agravación y reagravación de censuras para que dicho Alcalde y su compañero restituyan a mi parte a las expresada Santa Iglesia indemne y sin lesión alguna en su persona, que es de justicia y costas.
(fdo.) Licenciado Don P. Martín Ovejero
(testimonio de José de Medina)
En la ciudad de Sigüenza dicho día cinco de octubre de dicho año de mil setecientos y treinta, la parte de Mateo Blanco, vecino de ella para la justificación de lo convenido en la petición de antes por su parte presentada presentó por testigo a José de Medina, natural de dicha ciudad, el cual usando de la comisión dada por el señor Provisor de este obispado, recibí juramento que hizo por Dios a una señal de cruz según forma debida por derecho y bajo de él ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuese preguntado y siéndolo por el tenor de dicha petición. Dijo que de su contexto lo que puede decir es, que ayer cuatro del corriente siendo como entre las cinco y cuarto de la tarde hallándose el testigo en el atrio de la santa iglesia catedral de dicha ciudad, frente a la casa de Don Rodrigo Velázquez, dignidad en dicha santa iglesia, vio que dicho Mateo Blanco subía desde la Puerta de los Graneros, arrimado a la pared y al sagrado de dicho atrio como cosa de un paso o dos, y llegó hasta mas arriba del último oste de el dicho atrio, y a poco rato vio sobre la calle arriba a Manuel López Ramos y Francisco de el Valle, alguacil mayor ordinario de esta dicha ciudad, y luego que los vio dicho Mateo Blanco, bajó a hablar con ellos y habiendo estado los susodichos razonando, sobre si había de ir a la cárcel, según pudo entender el testigo, el dicho alguacil mayor le asió de la capa hallándose (?) como dos pasos distantes de la pared de dicho atrio, y subiendo en medio de dichos dos alguaciles, luego que llegaron junto a las gradas de dicho patio, el referido Mateo Blanco, se tiró a éstas y vio que con una mano tocaba la primera de dichas gradas, y dijo no quiero ir, y el dicho Francisco de el Valle le cogió de los brazos y lo desvió afuera, y entonces dicho Blanco pidió testigos de que lo sacaban de sagrado, y sin embargo vio el testigo le llevaron a la cárcel donde tiene noticia se mantiene. Esto es lo que vio y oyó, y la verdad....
(testimonio de Juan de Aberturas)
[...]lo que puede decir es, que ayer cuatro del corriente mes [octubre], siendo como las cinco de la tarde poco mas o menos, hallándome el testigo en la Puerta de Medina (en la que está por guarda) vio entrar por ella a Manuel López Ramos, alguacil mayor de esta ciudad, subiendo la calle arriba, y al mismo tiempo vio a Mateo Blanco, vecino de ella, que bajaba arrimado a los postes del atrio de
Plano catedral de Sigüenza tomado de [2], con círculo indicando donde prendieron a Mateo Blanco
[1] Ynmunidad, Archivo Histórico Diocesano de Sigüenza, Sección Criminal, año 1730
[2] Catedral de Sigüenza Colección El Arte en España, Edición Thomas, Barcelona s.f.
