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Pesquisa hecha por mandato del Rey Don Fernando sobre poner el obispo de Sigüenza jurados en Sigüenza y en la Riba
A vos Sennor Rey don Ferrando. Sennor de Castiela et de Toledo. Yo don Ferrant Gomez. Yo don Pedro Vidas uesamos vuestras manos como a Sennor en quien esperamos merce. Sepades que de la pesquisa que vos nos mandastes fer en Siguenza et en la Riba. Sie en tiempo del Rey don Alfonso vuestro auolo. metie el Obispo jurados en Siguenza et en la riba: Et nos fuemos a los conceilios assi como vos mandastes. Et plegaronse todos los bonos omes de las vilas de Siguenza e de la Riba et amos los conceilios et les quiriemos en elos et coniuramos los que dixiessen verdad et elos otorgaron que en tiempo de vuestro auolo el Obispo don Rodrigo metie iurados en Siguenza et en la Riba. et los iurados que el Obispo don Ro metio essos lo otorgaron. et los que vos metiestes agora essos mismos lo otorgaron. Edemais preguntamos a los bonos omes de las vilas concegiera miente. et otorgaron los bonos omes de amas las vilas. Et esta pesquisa fue fecha en la Riba Miercoles VI dias andados de Mayo. et en Siguenza sabado VIIII dias andados de Mayo. Sub Era M.CC.LXIIII. (Col. Dip. CLXXXI, Mayo 1226)
El rey es Fernando II (1137-1188) y Rodrigo obispo de 1192 a 1221. Entre las misiones de los jurados estaba la de colaborar en el mantenimiento del orden público. Tanto en la Riba de Santiuste como en Sigüenza [2] existieron sendas "plazas de la picota". Veamos como se referencia la existencia de dicho elemento en un testimonio de 1688 [3]
Ytem sobre una casa de avitación y morada que tengo también propia en la dicha villa de la Riva de Sn Tiuste que está delante del Rollo de ella con su corral delante de la puerta y un pajar y casilla en dicho corral
Dos interpretaciones del desaparecido rollo o picota de La Riba de Santiuste, desmontado en el siglo XX por estorbar el paso de camiones a través de la plaza en cuyo centro estaba situado. Una vez demolido, sus elementos se vendieron en subasta (uno de los fragmentos de fuste se adjudicó en 25 pesetas, según un vecino). En el año 1967 el vecino pueblo de Sienes siguió el ejemplo y desmontó a su vez la picota, que ha sido vuelta a montar con posterioridad.
En las anteriores ilustraciones los modelos de rollos representados son imaginarios; únicamente poseo como referencia una fotografía en la que aparece la base del rollo, proporcionada por Rufino, un 11 de Agosto de 2004. En base a ella sitúo una primera aproximación del reconstruido rollo en la actual Plaza de la Picota. Su fuste estaba constituido por tres tambores.
El remate del rollo es el aspecto en el cual más flaquean las memorias. Alternativas según a quién se le pregunte:
Como anécdota personal, recuerdo haber visto en el desván del ayuntamiento unas cadenas con argollas, que me comentaron en su día con mucho convencimiento que tenían por misión sujetar a los presos. Unos años antes el rollo había sido desmontado, por lo que podrían haber pertenecido al mismo o bien ser un medio ad hoc de inmovilización de los presos. ¿Se conservarán dichos herrajes?
Por favor, si alguien tuviese alguna noticia de cual era el coronamiento del monumento le agradecería enormemente que me la hiciese llegar, por el interés de que no se pierda el recuerdo de un monumento que era la mejor constancia de la importancia que llegó a tener antaño la villa.
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| El rollo de la Riba en torno a 1950. De izquierda
a derecha, de
arriba abajo: Carmen, Emiliana, María Gregorio, José Florencia, Daniel |
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| A guisa de comparación: el rollo de Palazuelos, derribado y modernamente reconstruido, aunque sin su remate [4] |
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| El antiguo rollo de la cercana localidad de Alcolea de las Peñas, reaprovechado en el pilón de la fuente. Mas información en alcolea.webcindario.com |
Uno de los tambores del fuste del rollo de La Riba fue reaprovechado como rodillo para la trilla. Ahora yace olvidado en las cercanías del frontón. Tiene 90 cm de longitud y 55 cm de diámetro. Por los testimonios recogidos, la picota poseía como fuste tres tambores como este.
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Uno de los motivos por el cual las picotas fueron desmanteladas en diversos puntos de España era la utilidad de los tambores de su fuste como "rodillos" o "rulos". En concreto ya hemos comentado que uno de dichos tambores se subastó en 25 pesetas en su día. Se empleaban para "rodillar" la era, esto es, rodar el tambor sobre la eras que no estuviesen empedradas o en las cuales el empedrado estaba muy dañado. Igualmente servían para desgranar garbanzos y legumbres diversas en la era. Para facilitar su arrastre por una caballería se le empotraban sendos hierros en sus extremos.
La Picota, también conocida como "Rollo", es una columna de piedra que solía alzarse en la entrada de aquellos municipios o de sus términos, que gozaban de plena jurisdicción, donde se exponían los cuerpos o cabezas de los ajusticiados, así como los reos a la vergüenza pública. En caso de ejecutarse la pena capital, ésta se solía realizar en un lugar ex profeso, situado en las afueras de la villa pero expuesto a la vista de los caminantes, para conseguir un efecto ejemplarizante. En el caso de la Riba de Santiuste, posiblemente fuese el cerrillo de la horca el lugar escogido, al lado del cual discurre la moderna -por la fecha, no por el pavimento ni construcción- carretera GU-170.
Con el tiempo, esta autonomía en materia penal de los municipios levantó sospechas sobre las garantías procesales de los acusados. Igualmente la picota como tal pasó a representar un símbolo del Antiguo Régimen, con sus estamentos y desigualdades, por lo que fue abrogado su uso por decreto de las Cortes de Cádiz de 1.813. Tras esto, multitud de picotas, auténticos símbolos del poder y prestigio de las villas, fueron demolidas como señal externa de progreso (actitud típica en nuestro país, "dar lanzadas a moro muerto"), significando en la práctica una degradación de la autoridad municipal que ha continuado hasta nuestros días.
¡Nuevo! El jueves 13 de enero de 2005 he recibido una interpretación realizada por Pablo del Olmo Hernando del rollo de La Riba. Lo inserto aquí a la espera de más información al respecto. Animo a los lectores de éstas páginas a intentar casar los distintos modelos con los pocos datos objetivos de los que disponemos: la fotografía y uno de los tambores del monumento.
Hace escasas fechas el ayuntamiento tuvo la afortunada idea de sacar el conjunto de cadenas del desván y colgarlas en su fachada. La vista, además de curiosa, alecciona sobre la potestad de los concejos para administrar justicia.
[1] Toribio Minguella, Historia de la Diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, Madrid 1910
[2] La picota seguntina estaría situada en la actual Plaza de
la Cárcel o
en la cercana Plazuela de San Juan. En 1582 se propuso en el Concejo su
derribo,
argumentando lo siguiente: "que
en todas las ciudades y villas
principales están quitados los rollos de las plazas y
asentó que en esta
ciudad hay otro fuera de ella y que esta plaza donde está el
rollo es pequeña,
que sus mercedes viendo que conviene manden se quite el rollo de esta
plaza. Y
visto y tratado lo dicho entre sus mercedes, atento a las dichas
razones,
acordaron y mandaron que se quite a costa de la ciudad de tal manera
que la
cantería no se maltrate y se arrime a una pared y de allí
se venda a quien más
por él diere y que lo faga quitar el procurador" (Acta
Municipal del 20 de
agosto de 1582). Transcripción recogida en Notas sobre el
rollo-picota de
Sigüenza de Adrián Blázquez Garbajosa, Juan A.
Martínez Gómez-Gordo y Mª
Pilar Martínez Taboada, Wad-Al-Hayara, nº 9 (1982),
p. 262 . Por aquel entonces ya debía existir un lugar
alternativo en
el exterior de Sigüenza: el
Cerrillo de la Horca (no confundir con el homónimo de La
Riba de Santiuste)
[3] 11 de noviembre de 1688. Fundación del vínculo mayorazgo de Don Gerónimo del Olmo y Manrique, chantre. Notario: Diego de Brizuela, Sección Protocolos Notariales, legajo P2730, Archivo Histórico Provincial de Guadalajara
[4] Fotografía en "Historia de España" de Instituto Gallach de Librería y Ediciones S.L., 1936, tomo IV, pág. 369
