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En el Archivo de la Catedral de Sigüenza se conserva una obra inédita [1] que ha servido de cantera para numerosas publicaciones. Como no me gusta plagiar, simplemente consigno literalmente lo que se afirma en dicha obra, que nos proporciona un breve resumen de la historia del Hospital de San Mateo y su estado a mediados del siglo XIX.
Hospital de San Mateo de esta ciudad
Mateo Sánchez dignidad de Chantre de esta Santa Yglesia edificó en 1445 este hospital para pobres desvalidos y lo dotó con bienes de su propiedad y nombró por patronos del mismo a los señores Deán y Cabildo de esta Santa Yglesia cuhyo patronato viene ejerciendo desde aquella época.
Mas adelante se agregó a este establecimiento otro pequeño Hospital que había fundado en el año 1534 el Maestro Almazán*, canónigo de esta Santa Yglesia, cuyo establecimiento estaba situado en una casa de la calle Nueva o del antiguo Seminario.
En 1649 Fray Pedro Tapia, obispo que fue de esta ciudad y después de la Metropolitana de Sevilla fundó en el mismo hospital una sala de convalecientes para la cual dio cinco mil fanegas de trigo y dos mil ducados en dinero.
A finales del siglo pasado el señor obispo Juan Díaz de la Guerra construyó a sus expensas un magnífico molino de papel en Gárgoles, término de éste obispado y además un barrio de magníficas casas de esta ciudad, y todas juntamente con el molino las dejó al referido Hospital a favor de los convalecientes, expósitos y añosos**.
Todas las propiedades de este establecimiento se han vendido y hoy no tiene mas auxilios para su manutención que el producto de algunos antiguos documentos de crédito contra el Estado que se han convertido en deuda del 3 por ciento, lo que le da el Excmo. Prelado de las limosnas del Yndulto Qudragesimal y lo que debe dar la hacienda pública por el producto de las inscripciones que se le han dado por los bienes vendidos y los que pasan ya de un millón de reales nominales.
El número de enfermos diario suele ser de veinte y cinco a treinta entre hombres y mujeres, unos cincuenta espositos de lactancia que se les da fuera del establecimiento y además unos diez y ocho o veinte de ambos sexos, que siendo mayores de siete años se les mantiene y educa enseñándoles también algún arte u oficio.
Esta a su frente a nombre del Cabildo un Capitular nombrado por el mismo y para el servicio hay cinco Hijas de la Caridad, el Médico y Cirujano del Cabildo y el competente número de sirvientes.
Para ensanche del Hospital pidió el Cabildo a V.I. en 30 de diciembre de 1848 la casa contigua al mismo que fue antiguamente Hospital de la Estrella y que fundó por los años de 1495 el señor obispo Don Rodrigo y en el que se hallaba la antiquísima ermita de Nuestra Señora de la estrella, S.M. Ysabel 2ª por Real Orden de 11 de Septiembre de 1849 accedió a la petición del Cabildo y por su virtud se tomó posesión en 5 de octubre de dicho año.
*El Maestro Almazán dejó por Patrono de dicho Hospital (de san mateo) a los Señores Deán y Cabildo desta Santa Yglesia y estos mandar trasladar al referido Hospital los Espositos que se cuidaban en el de San Mateo para lo cual impetraron la venia y consentimiento del Provisor y Vicario General del Obispo Don Fernando Niño obispo de esta ciudad y Patriarca de las Yndias que lo era entonces D. Diego de Espinosa que fue después obispo de esta ciudad y Presidente del Consejo de Castilla y en su virtud y ordenanzas que dio para el buen gobierno del referido Hospital se trasladaron a el los Niños Espositos en el año 1550 en el que murió el Maestro Almazán, pero años mas adelante se volvieron a trasladar al de S. Mateo en donde se reciben y cuidan al presente. Otorgó un testamento el D. Pedro de Almazán en 22 de Febrero de 1534 por el que dejó la casa de la calle de (vacío en original) y otras muchas fincas para los niños espósitos.
**Lo dejó para la convalecencia de los pobres enfermos del Hospital de San Mateo de esta ciudad; para el socorro y manutención de los niños espositos de él; para costear la leche a los que aunque no lo sean no puedan sus madres darles la leche por enfermedad, ni pagarla por su pobreza, como también para la curación de los tiñosos. Escritura de 18 de abril de 1793, ante D. Jacinto Erezuma.
[1] Mariano Juárez López Memorias Eclesiásticas de Sigüenza, vol. 3 (sig. 302), Archivo Catedral de Sigüenza